El 94 por ciento de los trabajadores del Museo Picasso de Málaga que han participado este miércoles en una votación han rechazado la propuesta de convenio colectivo planteada por la dirección de la pinacoteca, que ofrecía una subida salarial del 8 por ciento para 2023.

El comité de empresa del Museo ha resaltado en un comunicado que, "tras seis meses de negociaciones con escasas reuniones y mareando la perdiz", la propuesta para 2023 y de "subidas muy inferiores para los próximos cuatro años está muy lejos del 25 por ciento de pérdida de poder adquisitivo tras once años sin aumentos ni de sueldo ni de IPC".

A ello se suman "una bajada salarial de entre un 3 y un 7 por ciento en 2012 y dos ERTE en pandemia", según el comité, que ha añadido que la reducción anual de jornada que propone el Museo "es de 1.710 horas, 33 horas menos que la actual, que a su vez supone cien horas más que otros museos".

Además, la propuesta "supone un considerable retroceso en importantes condiciones laborales adquiridas con mucho esfuerzo en anteriores convenios colectivos, algunos de ellos con mejores condiciones que el actual cuarto convenio, prorrogado desde el 1 de enero de 2022".

Por ello, el comité espera retomar la negociación en breve con "interlocutores válidos dispuestos a negociar en vez de marear” y ha advertido de que, de lo contrario, presentará "un calendario de movilizaciones a realizar a lo largo de los meses de esta Celebración Picasso 1973-2023".

Para el comité, la propuesta supone "un caramelo envenenado" que "reduce considerablemente la flexibilidad horaria que hasta ahora disfrutaban" los trabajadores, "en menor medida que los de otros museos", y "contiene multitud de artículos ambiguos y contradictorios" con "textos que podrían ser fácilmente interpretables a favor de la empresa".

Antes de iniciar la negociación, el comité de empresa realizó un estudio comparativo con otras diez instituciones museísticas, como los Thyssen de Málaga y Madrid, la Fundación Miró, el Bellas Artes de Bilbao o el Picasso de Barcelona, entre otros, y comprobó que las condiciones laborales eran "muy inferiores" en Málaga.

Ha resaltado que el Museo "adscribe turnos de más de siete días seguidos y el personal de atención al público está obligado a trabajar los catorce festivos anuales, sin más recompensa que un día laborable a cambio".