Se ruega tocar. Un lema poco usual en espacios culturales  que, sin embargo, es la filosofía  del Museo Interactivo de la Música de Málaga, que encontramos en la céntrica calle Beatas. Una colección impresionante de instrumentos de diferentes épocas y países y la posibilidad de manosear, probar y convertirte en un artista por un rato son los puntos fuertes de la experiencia.

Todo con las nuevas tecnologías, como mejores aliados, y una programación complementaria que llena de música y envuelve el espacio.

Y quienes más están disfrutando del museo estos días son los pequeños que participan en el campamento de verano que organiza el espacio. Conocer los instrumentos, aprender más sobre la música o plasmar qué les hace sentir en murales como éstos son algunas de las actividades que están realizando, con el objetivo de convertirse en verdaderos artistas. Conocimientos que ponen en práctica para nuestras cámaras así de bien.