Mientras los vecinos de Bailén-Miraflores empapelaban el barrio en contra del tranvía proyectado hasta el Hospital Civil, en Campanillas, sus residentes y comerciantes emprenden su particular batalla porque el metro llegue hasta el Parque Tecnológico de Andalucía. La presidenta de la Asociación de Vecinos, Carmela Fernández, retrata desde hace algunas semanas a vecinos y regentes de negocios con el cartel de apoyo para reivindicar la necesidad de dar una solución a los accesos a este punto que podría pasar por prolongar el metro. Un enclave que padece embotellamientos constantes por el gran volumen de coches que soporta a diario que ya han denominado incluso como “olla de tráfico”.
De la Torres se sube al carro
Una demanda histórica que también rescata ahora el regidor popular, Francisco de la Torre, que se ha posicionado, finalmente, del lado de los vecinos que rechazan el metro en superficie abriendo una brecha entre Ayuntamiento y Junta de Andalucía.
Y es que De la Torre plantea ahora aparcar el tranvía ante el rechazo vecinal y acercar más al centro el metro soterrado en la Alameda Principal e, incluso, llevarlo hasta el PTA. Desde el Gobierno andaluz han visto estas reuniones como una deslealtad y el consejero de Fomento, Felipe López, ha advertido del riesgo que corre el proyecto instando al Ayuntamiento de Málaga a cumplir el protocolo acordado.
Una hoja de ruta que se pondrá sobre la mesa este lunes en el marco de la comisión mixta de seguimiento que tendrá lugar a partir de las 11 horas en la sede de la Junta y donde ambas administraciones tendrán que despejar dudas y el horizonte del proyecto.
En medio de la polémica se encuentran dos actores fundamentales: la concesionaria, Metro de Málaga y el Banco Europeo de Inversiones que, tras la firma del protocolo de intenciones en 2013, desbloqueó el crédito para la puesta en marhca del suburbano.