El tranvía hasta el Hospital Civil entra en vía muerta. Lo dijo ayer el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, tras escuchar un nuevo rechazo a su propuesta de cambiar este tramo por líneas de autobuses y reiterar su falta de entendimiento con la Junta de Andalucía. Y cree que será difícil mantener el proyecto, no sólo por los informes contrarios de Urbanismo sino, sobre todo, por su rechazo entre los colectivos de Bailén-Miraflores -10.500 firmas- y el compromiso de la presidenta Susana Díaz de no seguir adelante sin consenso vecinal.
Ante la situación de bloqueo, dijo, “nosotros queremos sacarlo de ahi, estamos por el acuerdo y el sentido común”, argumentó antes de solicitar una nueva reunión con el consejero de Fomento y la comisión de seguimiento de las obras. De la Torre exigió tanto a la concesionaria de la obra como a la Junta que le presenten una respuesta “técnica, no política, hecha desde la lealtad” para argumentar que sus autobuses no son viables.
“Es absolutamente compatible el metro con el metrobús. Supone una mejora de la movilidad, menor coste y tarifa técnica y de explotación”, aseguró para añadir que su proyecto podría ponerse en marcha en unos meses y garantizaría tres millones de viajeros al metro.
De la Torre rechazó que su propuesta sea un escollo para avanzar en la línea, argumentando que los informes contrarios de Urbanismo al tranvía se remitieron cuando se los requirió la Junta y está convencio de que el Banco Europeo de Inversiones, que financia la obra, estaría dispuesto a un cambio que no levanta rechazo vecinal. “El acuerdo y el consenso es viable en esta fórmula”, argumentó, si se habla con el banco “con una voz de concordia”.