El conflicto entre los bomberos y el Ayuntamiento viene de largo y parece no tener fin. De nuevo, las exigencias de una dura jornada hicieron que volviese a prender la chispa del descontento entre los funcionarios del Cuerpo, quienes se vieron desbordados ante el gran número de incidencias para las que fueron requeridos este domingo.
Así, el temporal de viento causado por el fenómeno atmosférico DANA – depresión aislada en niveles altos- que azotó la capital volvió a dejar patente “el desastre organizativo del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga”, afirmaron fuentes cercanas al Cuerpo. Además, aseguraron que “a pesar de que se sabía con antelación la llegada de este frente, no se avisó con tiempo al personal de descanso, que por otra parte no tiene obligación de estar disponible”.
“Para más inri”, añadieron en un comunicado al que ha tenido acceso Viva Málaga, “el oficial de guardia a cargo de la organización del servicio se enteró de la activación del Plan por la prensa y por medio de un sargento”. “Es preocupante la irresponsabilidad del Área de Seguridad en este sentido ya que incumple con su principal cometido que es el de garantizar la seguridad de los malagueños dejándola en pura improvisación” lamentaron.
De este modo, en lugar de comunicarlo a los mandos naturales para que organizasen un posible refuerzo de la plantilla se “dejó para el último momento y no se comenzó a llamar al personal de descanso hasta pasadas las 17,20 horas, cuando los servicios de emergencias estaban ya desbordados, en una jornada con un centenar de intervenciones en la capital”.
Palmeras aplastando coches, pararrayos partidos, toldos arrancados de cuajo, cables pelados o aljibes desplazados por el viento en las azoteas fueron algunas de las incidencias ocasionadas por el temporal de las que se tuvieron que ocupar los bomberos el pasado domingo, a las que hay que añadir las habituales de una gran ciudad.
El servicio, “como era previsible, se desbordó una vez más, ante la falta de personal de una plantilla diezmada por las jubilaciones y sobre todo por el abandono presupuestario del Ayuntamiento que se niega a reponer las plazas vacantes” precisaron.
Según declaraciones del alcalde “las 37 incorporaciones de 2015 son suficientes” para la quinta ciudad española, que según la UE debería tener 200 bomberos más. “La situación empeorará en los próximos años si no se convocan nuevas plazas ante la jubilación inminente de más de medio centenar de bomberos” señalaron estas fuentes.
“Parece que la estrategia municipal pasa por llamar al personal de descanso en un Cuerpo con una media de edad cercana a los 50 años y la jornada laboral más alta del país. Es mucho más barata la fórmula de acordarse cuando interesa que la de planificar de forma responsable el servicio”.
Así, el gasto en bomberos por ciudadano “no llega a los 5 euros al año (4,8 euros), lo mismo que lo que se invierte en Parcemasa (4,7 euros), muy lejos de los 180 euros en gastos de limpieza. Una cosa es la austeridad y el ajuste presupuestario y otra jugarse al azar la seguridad de la ciudad” denunciaron las mismas fuentes.