La última junta del gobierno local del año ha dado luz verde este lunes a cinco licencias urbanísticas para la construcción de 46 viviendas
La ciudad de Marbella cierra 2021 con la aprobación de proyectos urbanísticos de lujo con un presupuesto de ejecución material de 22 millones de euros, tal y como ha anunciado la concejal de Ordenación del Territorio y Vivienda del municipio, María Francisca Caracuel.
La última junta del gobierno local del año ha dado luz verde este lunes a cinco licencias urbanísticas para la construcción de 46 viviendas en la que “ha sido la tónica de este ejercicio”, ha señalado Caracuel, quien ha valorado “la buena respuesta que ha tenido el sector de la construcción durante la pandemia”.
Los proyectos que han salido adelante corresponden a tres exclusivas viviendas unifamiliares exentas, con un coste que oscila entre los 500.000 y los 700.000 euros, y a dos promociones inmobiliarias, ha explicado la edil.
La primera de estas promociones, 32 casas pareadas en el sector del Barronal, cuenta con un presupuesto de 14,3 millones de euros; y la segunda, un proyecto de doce viviendas adosadas en la zona de Villa Parra Palomera, prevé una inversión de 6,5 millones de euros.
Las nuevas propuestas que se han aprobado -que se suman a las que han visto la luz a lo largo de 2021- y el “destacado crecimiento registrado este año ponen de manifiesto la intensa actividad de este ámbito en Marbella”, ha subrayado la titular del ramo.
Uno de los motivos de estos “buenos resultados”, ha precisado Caracuel, es “el nuevo perfil del comprador, de edad media, procedente de España y Europa, profesional y que demanda un producto de calidad con la intención de residir y ejercer sus responsabilidades laborales mediante el teletrabajo” en Marbella.
“Este nuevo panorama refleja el aumento del presupuesto de ejecución de los inmuebles que se están construyendo en la ciudad”, ha recalcado la concejal de Ordenación del Territorio y Vivienda marbellí.
Estos nuevos proyectos urbanísticos “se gestionan bajo el Plan General de Ordenación Urbanística de 1986, sin alterar el modelo de ciudad jardín y apostando por la sostenibilidad”, ha concluido Caracuel.