Antes de que nos demos cuenta, el segundo gobierno de
Juanma Moreno se habrá constituido, celebrará su primer consejo y abrirá un tiempo, que ni es nuevo, porque el anterior también fue monocolor en la práctica, ni modificará una sola coma en la hoja de ruta trazada en enero de 2019, definido por el continuismo, más de lo mismo, en su recetario del estereotipo centroderechista: reformismo neoliberal, moderantista en las formas y contumaz en el desmantelamiento de la herencia de 37 años de ordeno y mando ininterrumpido del PSOE-A (Ley de Función Pública, en ciernes, basada en el soniquete populista de la reducción de la burocracia y del gasto superfluo, acometiendo sin embargo la consolidación del personal laboral de la Junta: más de 30.000 trabajadores públicos, mayoritariamente fijos e indefinidos, con plaza y sin oposición). Monotonía machadiana tras los cristales tintados de un San Telmo hermético. Huelgan incluso las conjeturas acerca de candidatos a las consejerías vacantes por los ceses avanzados, inevitables, de
Elías Bendodo,
Juan Bravo y
Jesús Aguirre. ¿Para qué entretenerse en cábalas absurdas sobre una gama amplia de grises previsibles que no supera categorialmente la obediencia debida al funcionario del PP-A? Sea como fuere, ponga a quien ponga, desde luego,
Juanma se garantiza una cohorte de dirigentes de perfil profesional medio (preeminencia de inspectores tributarios y de la seguridad social entre un sinfín de ninis del partido), agradecidos en grado sumo por el estatus, aunque con sueldos estrictamente ajustados a ley (68.150 euros anuales, más gastos de vivienda) y régimen de incompatibilidades que sigue complicando la opción de incorporar a cotizados ejecutivos de la empresa privada. No se alarmen. Los oligopolios económicos, cómplices en la sombra del éxito
morenobonillista, como acostumbran, continuarán influyendo en la toma de decisiones desde fuera.
Contradiciendo la política de confrontación y bloqueo de los populares en Madrid,
Juanma hace un guiño al principal partido de la oposición, el PSOE de
Juan Espadas, para renovar cuanto antes, merced a una mayoría cualificada, respaldo mínimo de 66 de los 109 parlamentarios, el Consejo de la RTVA, la Cámara de Cuentas y el Defensor del Pueblo. A ambos interesa dar imagen de consenso y altura institucional en pos de la vivificación de organismos copados, con nombres y apellidos, por la proporcionalidad y las componendas surgidas hacen tres años y medio; y no por las actuales. Ni
susanistas ni cuotas parentales de Cs. ¿El peso de Jaén, consumada la tocata y fuga de
Juanele a Madrid, en la nueva galaxia de poder? Bien es cierto que ha sonado bastante la jimenense
Catalina García, ex viceconsejera, como posible titular de la consejería de Salud y Familias, pero en las últimas horas, cuentan que por motivos estrictamente familiares, lo que seduce a
Lina sería ocupar la delegación del Gobierno en la capital de su circunscripción electoral. Un problema interno con el que deberá lidiar el jefe territorial,
Érik Domínguez, habida cuenta de la cesantía que ostenta el multidisciplinar
Jesús Estrella. ¿Otras peticiones elevadas a Sevilla? Anoten, alcaldes al margen, un poner, un querer, la petición expresa por parte del interesado,
Javier Carazo, de la delegación provincial de Justicia.
Érik, en perfecta sintonía con
Juan Bravo,
tempus fugit, emitirá los certificados de idoneidad en las horas venideras.
Entretanto, en la capilla sixtina de
Hurtado 6, el núcleo duro de
Paco Reyes se congratula por la vuelta a la tortilla en
Ferraz 70. Donde las dan, las toman. La remodelación urgente que
Pedro Sánchez ha llevado a cabo después del batacazo del
19-J, sustituyendo a su nº 2, vicesecretaria general,
Adriana Lastra, oficialmente por prescripción facultativa, estado de buena esperanza, por la ministra de Hacienda,
María Jesús Montero, se traduce
de facto en un reforzamiento del secretario de Organización, el navarro
Santos Cerdán, que, de inmediato, promueve como su adjunto en el área al jiennense
Juan Francisco Serrano (que esta semana, por cierto, contrae nupcias en Pamplona con la europarlamentaria socialista
Adriana Maldonado), mientras que, en sentido inverso, la retirada de escena de Lastra coincide con el anuncio del relevo de uno de sus delfines, el también comprovinciano
Felipe Sicilia, como portavoz de la ejecutiva federal en beneficio de
Pilar Alegría, ministra de Educación. El viejo e indisoluble vínculo, en la alegría y en la tristeza, en la prosperidad y en la adversidad, entre mentores y protegidos. Así, quién lo iba a decir hace tan solo unos meses, en la elaboración cercana de las candidaturas por Jaén a las elecciones generales del próximo año,
tempus fugit,
Juanfran podría perfectamente encabezar y
Felipe pasar a ser tercero, lugar que no garantiza, hoy por hoy, escaño en el Congreso de los Diputados.
Concluye la temporada, cerramos curso, y esta colaboración semanal, crónica política de la semana que, en tres soportes jaeneros de papel diferentes, vengo realizando, sin desmayo, sin claudicar, desde hace ya veinticuatro años, me exige, nuevamente, un punto y seguido, para seguir viviendo en la ancestral protesta metafísica de quien ejerce, mirando siempre de frente a la realidad, este oficio bendito. Porque el periodismo es contrapoder; o no es.