Los seniors ayudan a las jóvenes empresas a desarrollar su vida laboral en un mercado económico muy competitivo
Innovación es una de las palabras más perseguidas dentro del mundo empresarial actual. Más que una palabra es casi una necesidad en los momentos que corren donde son buenos tiempos para la lírica, pero no así para el desarrollo de un negocio. Otra de las palabras más utilizadas y más exigidas es la experiencia en el desarrollo comercial de hoy. Pues bien esas dos palabras se conjugan en el Programa Senior desde hace ya tres años.
A lo largo de este periodo hasta 160 empresas se han visto beneficiadas por este programa en el que han participado ya 121 seniors. El proyecto pretende conjugar la experiencia de personas que han finalizado ya su vida laboral y ahora andan sin quehaceres profesionales y tienen la necesidad de seguir aportando su experimentada visión y también seguir formándose. Al otro lado se encuentran jóvenes empresas que están hábidas de contar con la colaboración de estos senior y todo su asesoramiento ante los diversos problemas con los que se encuentran a lo largo de su recorrido.
Este proyecto, promovido por la Junta de Andalucía, ha contando con una importante aceptación tanto de empresas como de jubilados a la hora de participar en los proyectos, siendo Sevilla la líder en este programa.
Los seniors son enviados a las distintas empresas, según su vida profesional y su ámbito de conocimiento, para facilitar así su labor durante el proyecto. En este proceso de asesoramiento, “ayudamos a empresas jóvenes a resolver sus problemas, mejorar sus procesos o asesoramos en múltiples facetas empresariales sin tener que realizar desembolso económico alguno”, afirma Manuel Benítez, una de las personas que ha participado en los últimos tres años.
Una de las empresas que se ha visto beneficiada es Kronia y ha resuelto varios problemas. “Nosotros hicimos pruebas de venta para mejorar nuestra capaciada y nuestro senior nos hizo varias recomendaciones y mejoramos nuestra visión”, afirma Ángel Márquez.
En la actualidad, el mercado es cada vez más complicado y las empresas deben buscar no sólo negocios viables económicamente sino también un buen desarrollo y un producto innovador en el mercado, algo que se torna vital.
Pero sobre todo necesitan experiencia para no incurrir en errores que puedan suponer el declive de una empresa. “Al estar prejubilado y tener más de 30 años de experiencia profesional cuento con dos cosas importantes: tiempo e ilusión para devolver a la sociedad toda la formación y experiencia que se ha acumulado en tantos años”, afirma Manuel Benítez.
Alegría compartida
“Personalmente me aporta seguir estando al día en el desarrollo profesional de nuestro país y formación contínua, contactos con colegas, asesores y empresas de distintos sectores económicos aprendiendo cada día y recibo una ayuda económica que considero simbólica”, confirma de manera orgullosa Manuel Benítez. Y es que no es sólo una aportación asesora para la empresa, sino para el propio senior, que se vuelve a sentir útil.
A su vez, las empresas valoran la capacidad de aprender de sus particulares asesores y quedan completamente satisfechos de su trabajo. “Nosotros tenemos muy claro que el plazo de asesoramiento queremos que se amplíe en el tiempo”, afirma Ángel Márquez, de Kronia.