La agencia canadiense de calificación crediticia DBRS ha rebajado a "estable" desde "positiva" la tendencia del rating 'A bajo' de la deuda a largo plazo emitida por España ante la incapacidad de los principales partidos de formar una coalición de Gobierno tras las pasadas elecciones, así como por el riesgo de que el próximo Ejecutivo revierta la reforma del mercado laboral y las medidas de consolidación fiscal.
"El cambio en la tendencia desde 'positiva' a 'estable' refleja la incapacidad de los principales partidos políticos para formar una coalición de Gobierno tras las elecciones del pasado 20 de diciembre, así como por el riesgo de que un nuevo Gobierno, una vez establecido, revierta las reformas del mercado laboral y las medidas de consolidación fiscal".
DBRS es una de las cuatro agencias de rating tomadas como referencia por el Banco Central Europeo (BCE). Con su decisión de este viernes, la agencia canadiense deshace la mejora de tendencia anunciada el pasado 9 de octubre, fecha de la anterior revisión de la nota española por parte de DBRS.
Los analistas de la canadiense reconocen que la mejora de tendencia del rating de España en octubre fue adoptada sobre la base de que las encuestas apuntaban a un futuro Gobierno de coalición en España liderado por el Partido Popular o el PSOE, mientras que, por el contrario, los votantes expresaron una gran insatisfacción con los partidos tradicionales, con unos mejores resultados de lo esperado para Podemos y menos apoyo del previsto para Ciudadanos.
En vista del nuevo panorama político en España, la agencia apunta entre los factores que podrían impulsar al alza su valoración un Gobierno que promueva la confianza con una apuesta por la sostenibilidad fiscal, así como la implementación de reformas estructurales que eleven la productividad y aceleren la reducción de deuda, mientras que por el contrario, el rating se vería presionado a la baja en caso de apreciar un débil compromiso con el ajuste fiscal o una significativa revisión a la baja de la previsión de crecimiento a medio plazo.
EL DÉFICIT.
Además del complejo escenario político en España, la agencia destaca también la considerable desviación en el cumplimiento del objetivo de déficit, pactado en el -4,2% del PIB en 2015, cuando finalmente se ha situado en el 5% sin tener en cuenta las ayudas a la banca (-5,08% incluyendo estas ayudas).
"Esto eleva nuestra preocupación con respecto a la capacidad del Gobierno de controlar el gasto, particularmente en el nivel regional", apuntan los analistas de DBRS, que subrayan también el problema estructural a más largo plazo que refleja el sustancial déficit de la Seguridad Social, que parece un problema más profundo que en el anterior análisis de la agencia.
La canadiense advierte de que este elevado déficit añade presión al Gobierno entrante en materia de sostenibilidad fiscal y en caso de persistir podría socavar la confianza de consumidores y empresas, contribuyendo a una desaceleración de la actividad económica y a una mayor ratio de deuda sobre PIB.
"El mayor reto a corto plazo es el fragmentado sistema político y la incertidumbre política resultante, especialmente sobre cómo reducirá el déficit el nuevo Gobierno", apunta la agencia, que también advierte del desafío para la economía española que representa el "muy elevado desempleo"
De este modo, cumplida la primera ronda de actualizaciones de la nota de solvencia de España en 2016, aparte de DBRS, la agencia Standard & Poor's asigna a la deuda soberana española a largo plazo una nota 'BBB+', igual que Fitch, mientras Moody's adjudica una nota 'Baa2'. Todas ellas con perspectiva 'estable'.