La historia rocambolesca del puente Cau Cau, construido por la empresa andaluza Azvi en el municipio de Valdivia (Chile) y que no puede usarse dos años después de haberse terminado al haberse montado algunas de sus estructuras al revés, ha tenido ya una grave consecuencia administrativa para la compañía en un mercados exterior clave. El ministerio de Obras Públicas (MOP) del país suramericano ha decidido vetar a Azvi en cualquier licitación en el país durante un plazo de dos años que comenzó el pasado lunes 7 de noviembre, según ha informado el diario chileno
El Mercurio.
Azvi, contactada ayer, recordó que está excluida del registro de contratistas del MOP desde febrero de 2015, tras acreditarse el uso de piezas no originales en la construcción del puente, decisión que la empresa recurrió por la vía administrativa. Las mismas fuentes indicaron que el plazo, por tanto, no puede iniciarse desde el 7 de noviembre y que, en cualquier caso, Azvi no licita por ninguna obra desde el año pasado. El MOP canceló el contrato con Azvi en junio de 2015. La empresa siempre ha alegado que el diseño original, contratado por el MOP con otra empresa, contenía errores. El MOp, sin embargo, asegura que Azvi debió de revisar de forma "diligente" ese diseño antes de iniciar la obra en 2011.
La contraloría (órgano fiscalizador público, una especia de Tribunal de Cuentas) recibió recientemente un dictamen del MOP esta semana y en él, según recoge el diario, el ministerio asegura que el contratista (Azvi) incurrió en “faltas graves” relacionadas con la instalación errónea de los tableros del puente, rotura de pernos durante la prueba de levante y rotura de un pistón que impide el alzamiento de uno de los tableros. Estas fallas ocurrieron entre 2013 y 2015 y son las que explican el veto del MOP.
Desde que Azvi se adjudicó el proyecto en 2011 por 31 millones de dólares (28 millones), el gasto total en que ha incurrido el Gobierno chileno para tratar de reconducir el proyecto de un puente esperado desde hace 25 años asciende a 38,3 millones. La diferencia al alza se justifica por los sobrecostes en que incurrió el proyecto inicial y las reparaciones y mantenimiento hecho desde entonces para mantener el puente elevado y permitir el tráfico fluvial.
Azvi opera en Chile desde 2004 y controla, entre Otras , un puerto seco al norte del país por el que pasa el 80% del comercio de Chile que usa el transporte terrestre. También gestiona un aeropuerto mediano, aparcamientos y ha hecho varias carreteras.