La diversión ha sido una vez más la nota predominante en una fiestas muy participativas
La villa de Caniles, puso anoche el punto y final a cinco días de fiesta, que comenzaron el pasado miércoles y que han contado con una gran asistencia que se fue intensificando en los últimos tres días coincidiendo con el fin de semana.
Como es tradicional un castillo de fuegos artificiales puso el broche final a unas fiestas, marcadas por la crisis económica, pero en las que no han faltado actividades de todo tipo y mucho menos la diversión. Para conseguirlo la concejal de cultura y festejos, Rosario Sánchez ha logrado componer una amplio abanico de actividades dirigidas a todas las edades. Más de 25 actos diferentes se han programado en solo cinco días de fiesta. Aunque en realidad, en Caniles se han venido celebrando actividades, culturales, deportivas y lúdicas desde mucho antes de la feria. Hace años se inventaron las semanas culturales y la prefería, una escusa para llenar de contenido el verano en Caniles.
Este año la programación se inicio el 10 de julio con una representación teatral del grupo “Amaurel” de la vecina localidad de Benamaurel. Desde entonces se han sucedido talleres, exposiciones, teatro, cine al aire libre y actividades deportivas, en las que la carrera popular y las 24 horas de futbol sala, tienen una gran solera y cuentan cada año con una gran participación. También se han celebrado la tercera edición del festival de rock “Villa de Caniles” que contó con la participación de los grupos Algo Diferente, Los Rebeldes, Cat Club y Xathra.
En la celebración y organización de cada actividad programada, se ha dejado notar el refuerzo que el Ayuntamiento tiene en cuando a personal especializado para la organización de eventos, lo que sin duda alguna ha contribuido al éxito de los mismos a la misma vez que descarga de trabajo, que no de responsabilidad a los responsables políticos.
Antes de que los cohetes y demás artilugios pirotécnicos anunciaran el final de la fiesta, por la tarde se celebro el tradicional desfile de carrozas en el que muchos canileros se emplean con ilusión y humor para construir unas carrozas con las que recorrer las principales calles del centro de la villa. El desfile una vez más fue el punto reunión de miles de personas, lo mismo que las fiestas lo han sido de toda la comarca entre el 5 y el 9 de agosto.