Este año
2021 ha sido declarado por la Unión Europea como “Año del ferrocarril” para promover entre sus estados miembros que apuesten por el tren como el sistema de movilidad que deben potenciar para reducir las emisiones de CO2 y la dependencia de combustibles fósiles contribuyendo así al plan de descarbonización fijado en la Cumbre de París de reducir al menos en un 40% las emisiones de
gases de efecto invernadero antes de 2030.
En los dos siguientes años, la UE pretende tener dibujada a lo largo y ancho de todo el continente la
“Red Básica Ferroviaria” que además de los Corredores Mediterráneo y Atlántico que atraviesen de Norte a Sur y de Este a Oeste nuestro país, también establezcan un mallado ferroviario que vertebre el territorio y permita superar con la decimonónica y obsoleta actual infraestructura radial de España en la que para ir de cualquier extremo del país haya que pasar necesariamente por Madrid.
Y mientras existe este debate a nivel europeo, en nuestro país y en nuestra tierra Andalucía, se desmantelan o
se abandonan las inversiones en servicios ferroviarios de media y larga distancia a la vez que se dedican ingentes sumas para que el AVE llegue al mayor número de capitales; y eso a pesar de estar suficientemente demostrado que todas sus líneas son deficitarias, mueven a una ínfima parte de viajeros comparado con el tren de cercanías y el convencional, que no se puede usar para el transporte de mercancías, o que deja sin servicio a la mayor parte del territorio que atraviesa, siendo tremendamente insostenible desde el punto de vista tanto ambiental como social.
Por eso desde diferentes plataformas ciudadanas que agrupan a colectivos tan diversos como el de trabajadoras y trabajadores de
Renfe y
ADIF, colectivos de
usuarios del tren, grupos
ecologistas, sindicatos, partidos políticos y organizaciones de consumidores se viene reivindicando desde hace años el cambio de paradigma, para que nuestras administraciones autonómicas y nacional reviertan esta situación priorizando sus inversiones en mejorar la mayoría de las infraestructuras ferroviarias que llevan décadas sin las adecuada atención (modificación de curvas y pendientes, electrificación, señalítica, etc.), reabriendo líneas comarcales que en pos del
“todo AVE” se cerraron y siguen cerrándose, poniendo en servicio de nuevo aquellos trenes nocturnos tan demandados y que prácticamente hoy son solo un recuerdo, recuperando para el ferrocarril gran parte del transporte de mercancías de grandes volúmenes que en la actualidad sobrecarga y densifica el tráfico de las carreteras, o creando nuevos trenes de cercanías en todas las áreas metropolitanas de las ciudades que permitan reducir el colapsado tráfico en vehículos particulares dando un servicio económico, rápido y sostenible a los millones de personas que a diario se desplazan del extrarradio a las ciudades y viceversa.
En Andalucía, desde la plataforma ciudadana
“PETRA”, “Granada por el Tren”, la “Plataforma Almeriense por un Tren Público, Social y Sostenible” y otras muchas se ha iniciado una batalla en la que a partir de las reivindicaciones locales se ha creado un frente común en el que
el objetivo general es conseguir que el tren vuelva a ser una herramienta eficaz para crear riqueza y bienestar sobre todo en la Andalucía vaciada de las comarcas del interior, a la vez que se consolida como en otros países de nuestro entorno, como el medio de transporte por tierra más eficaz y sostenible tanto para personas como para mercancías.
Todo apunta a su favor: el ambicioso
Pacto Verde Europeo, las legislaciones nacionales para la
lucha contra el cambio climático y la transición ecológica, el considerable abaratamiento de los costes que supone el transporte de mercancías frente al uso del camión, la necesidad de buscar alternativas al vehículo particular en la mayoría de los trayectos, la necesidad de rentabilizar las numerosas infraestructuras ferroviarias existentes sin apenas uso, y sobre todo la cada vez mayor conciencia y demanda social de tener una movilidad al alcance de toda la ciudadanía y respetuosa con el medio ambiente. Y por ello es necesario que se cree un amplio debate sobre las ventajas de este medio de locomoción y se aproveche el “Año Europeo del Tren” para revitalizar nuestro ferrocarril presentando proyectos que puedan ser destinatarios de los Fondos de Recuperación que la UE facilitará para luchar contra la pandemia, así como de las partidas presupuestarais que Europa pondrá en marcha a partir de 2023 para crear la “Red Básica Ferroviaria” del continente.
Manuel Pérez Sola
(Verdes Equo Almería y Plataforma por un Tren Público, Social y Sostenible)