"Estamos convencidos de que es hora de marcharse", aseguró la portavoz del Gobierno estadounidense, Jen Psaki
La Casa Blanca pidió hoy a los estadounidenses residentes en Ucrania que "salgan ya" del país y afirmó que no se contempla ningún plan de evacuación como el que hubo en Afganistán.
"Estamos convencidos de que es hora de marcharse", aseguró la portavoz del Gobierno estadounidense, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria, donde aclaró que "no hay ningún plan para una evacuación militar".
El Departamento de Estado ordenó ayer, domingo, la salida de Ucrania de las familias de los empleados en su embajada en Kiev y autorizó la marcha del personal no esencial ante la "amenaza continuada de una acción militar por parte de Rusia".
La Casa Blanca fue hoy más allá y Psaki pidió a "los ciudadanos estadounidenses que se encuentran actualmente en Ucrania que consideren irse ya".
"No hay intención de que haya una salida o una evacuación en ese sentido (como la de Afganistán). Así que estamos transmitiendo a los ciudadanos estadounidenses que se vayan ya", expresó Psaki preguntada por los periodistas.
La portavoz de la Casa Blanca señaló que los estadounidenses pueden salir de Ucrania mediante aerolíneas comerciales o por tierra, y destacó que la Embajada en Kiev les puede "brindar asistencia".
Pero insistió en que Afganistán ha sido el único precedente para una evacuación militar y que la recomendación de salir de Ucrania es la misma que se hizo en casos como los de Etiopía o Kazajistán.
En la misma conferencia de prensa, Psaki reveló que el Gobierno de Estados Unidos ha abordado durante las últimas semanas con sus aliados europeos el posible despliegue de tropas estadounidenses en el este de Europa.
Biden conversará hoy con la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y varios líderes europeos para coordinar la respuesta ante la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania.
La Alianza Atlántica anunció hoy que pone "en estado de alerta" y envía barcos y aviones de combate adicionales a los despliegues de la OTAN en Europa oriental, reforzando la disuasión y defensa aliada, mientras Rusia continúa con su acumulación militar en y alrededor de Ucrania.