Se ha vuelto muy visible en el frente ucraniano en las últimas semanas y siempre se apresura a atribuirse el éxito de los avances rusos
Los combatientes del Grupo Wagner se han convertido "en la infantería desechable de la ofensiva rusa en el este de Ucrania", que nunca se retira, nunca se rinde y actúa entre los suyos de una forma "despiadada", afirma un informe de la inteligencia ucraniana que publica la CNN.
El grupo de mercenarios Wagner, dirigido por el oligarca ruso Yevgeny Prigozhin, se ha vuelto muy visible en el frente ucraniano en las últimas semanas y siempre se apresura a atribuirse el éxito de los avances rusos, recuerda la cadena, citando siempre al informes de inteligencia.
El documento, con fecha de diciembre de 2022, concluye que Wagner representa una amenaza única, incluso mientras sufre bajas extraordinarias: “La muerte de miles de soldados de Wagner no le importa a la sociedad rusa”, afirma el informe.
“Los grupos de asalto no se retiran sin una orden… La retirada no autorizada de un equipo o sin resultar herido se castiga con la ejecución en el acto”, precisa el documento.
Las interceptaciones telefónicas obtenidas por una fuente de inteligencia ucraniana y compartidas con CNN también indican una actitud despiadada en el campo de batalla. En una de ellas se escucha a un soldado hablar de otro que intentó rendirse a los ucranianos y contra el que tomaron represalias.
Los combatientes heridos de Wagner a menudo se quedan en el campo de batalla durante horas. “La infantería de asalto no puede sacar a los heridos del campo de batalla por su cuenta, ya que su tarea principal es continuar el asalto hasta lograr el objetivo. Si el asalto falla, se permite la retirada, pero solo por la noche”.
Los ucranianos creen que las tácticas de los mercenarios de Wagner “son las únicas que son efectivas para las tropas movilizadas mal entrenadas que constituyen la mayoría de las fuerzas terrestres rusas”.
Y sugieren que el ejército ruso puede incluso estar adaptando sus tácticas para parecerse más a este grupo.
Los convictos rusos, decenas de miles de los cuales han sido reclutados por Wagner, con frecuencia forman la primera ola en un ataque y sufren las mayores bajas, hasta el 80 por ciento de ellas, según los funcionarios ucranianos.
Le siguen combatientes más experimentados, con imágenes térmicas y equipos de visión nocturna.
La organización de defensa de los derechos de los presos rusos Rus Sidiáschaya (RS) indicó el lunes que unos 40.000 presidiarios reclutados por el grupo de mercenarios Wagner habían muerto, desertado, resultado heridos o caído presos en Ucrania.
"En el frente combaten unos 10.000 (convictos), ya que los restantes murieron, fueron heridos, desaparecieron, desertaron o se entregaron", dijo Olga Románova, directora de RS, al portal My Russian Rights.
Por su parte, Estados Unidos anunció el pasado viernes que impondrá nuevas sanciones contra Wagner por su implicación en el conflicto en Ucrania y lo designará como "organización criminal transnacional".
El Kremlin, por su parte, minimizó la importancia de las sanciones estadounidenses y aseguró que no van a cambiar nada "a nivel práctico".
Y el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, reaccionó el fin de semana al anuncio estadounidense diciendo que "por fin, Wagner y EEUU serán colegas".
"Nuestras relaciones a partir de ahora se podrán definir como 'disputas entre clanes criminales'", afirmó.