Al reportar la filtración de informes clasificados relacionados con la guerra de Ucrania en redes sociales
La Oficina Presidencial surcoreana se mostró hoy cautelosa ante el supuesto espionaje al que fue sometida por la inteligencia estadounidense, tal y como han informado cabeceras como The New York Times o The Washington Post al reportar la filtración de informes clasificados relacionados con la guerra de Ucrania en redes sociales.
"Aún no hemos determinado si esos informes son verdaderos o no, así que necesitamos mantener consultas con los EE.UU.", explicó a la agencia Yonhap un alto representante de la Oficina Presidencial surcoreana que pidió el anonimato.
"No hay duda alguna sobre nuestra confianza en EE.UU.", explicó otro representante de la oficina al mencionar que Washington ha indicado que compartirá los resultados de las investigaciones abiertas por el Departamento de Justicia y el Pentágono sobre el caso.
Según informaron ambos diarios estadounidenses, varias docenas de páginas de documentos clasificados elaborados el pasado invierno, muchos de ellos aparentemente procedentes del Pentágono, fueron filtrados a la red social Discord entre finales de febrero y principios de marzo.
Los documentos arrojan luz sobre la penetración de la inteligencia estadounidense en el bando ruso o sobre el conocimiento de Washington acerca de las verdaderas capacidades bélicas y carencias de Kiev, pero también muestran que se ha espiado a países aliados como la propia Ucrania o Corea del Sur.
Los informes muestran que mediante "inteligencia de señales" (que suele referirse a escuchas o interceptación de comunicaciones) se espió en marzo al Consejo de Seguridad Nacional (NSC), que se integra en la Oficina Presidencial surcoreana, debatiendo sobre la posibilidad de facilitar munición de artillería a Kiev tal y como le pidió Washington que hiciera.
Hasta ahora, Corea del Sur no ha suministrado a Ucrania ningún tipo de elemento que tenga un uso letal en un campo de batalla.
Este aparente caso de espionaje complica especialmente las cosas en términos diplomáticos, puesto que sale a la luz apenas dos semanas antes de que el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, viaje a EE.UU. para realizar una visita de Estado.