El primer ministro australiano, Tony Abbott, calificó hoy de "profundamente insatisfactoria" la respuesta dada por Rusia sobre el siniestro del avión de Malaysia Airlines en el este de Ucrania.
Abbott compareció ante la prensa poco después de reunirse en Camberra con la ministra de Exteriores, Julie Bishop, y el embajador ruso en Australia, Vladimir Morozov, quien evitó hacer declaraciones tras el encuentro, en el que culpó a Ucrania de la tragedia.
"Lo que tengo que decir es que (la respuesta) es profundamente insatisfactoria", aseguró Abbott sobre el avión en el que viajaban 28 australianos y supuestamente derribado por un misil.
"Sabemos que hay problemas en Ucrania y sabemos quién es sustancialmente responsable por estos problemas. La idea de que Rusia puede decirnos que nada de esto tiene que ver con ellos porque ha ocurrido en el espacio aéreo ucraniano, francamente, no corresponde a ningún criterio serio", añadió.
"Cuando se da una situación en la que los rebeldes apoyados por Rusia parecen haber matado a australianos, posiblemente con armas pesadas suministradas por Rusia, Australia se lo toma en serio y exige la mayor investigación posible", insistió Abbott.
El primer ministro exigió a Rusia que colabore con las investigaciones, aunque declinó comentar si el presidente ruso, Vladimir Putin, sería invitado o no a la cumbre de líderes de los países del Grupo de los 20 (G20) que se celebrará en noviembre en la ciudad de Brisbane.
Antes, Abbott comentó en el Parlamento que el siniestro del MH17 "parece más un crimen que un accidente" y apuntó como supuestos responsables "a los rebeldes respaldados por Rusia".
Las autoridades australianas buscan acceso al lugar del accidente, mientras un grupo de funcionarios del Ministerio de Exteriores ha sido enviado a Kiev.