Alrededor de medio millón de niños se han visto afectados por el cierre de las escuelas de primaria y secundaria en la Franja de Gaza a causa del conflicto, que ha impedido el inicio del nuevo curso escolar, previsto para este domingo.
"Este es el momento en el que los niños deberían estar en la escuela para estudiar, no probando un conflicto armado y sobreviviendo a él", han dicho David y Paulette Hassell, codirectores de Save the Children en Palestina.
"Este ha sido un verano peligroso para los niños palestinos en Gaza, que ni siquiera podían salir a jugar. La escuela es esencial en la vida de estos niños traumatizados, ya que juega un papel clave en su curación", han añadido los Hassell.
Desde el inicio del conflicto, al menos 219 escuelas han resultado dañadas, 22 de las cuales que no podrán ser utilizadas de nuevo. Entre las que no han sido destruidas, un total de 103 se han convertido en refugios para unas 330.000 personas desplazadas, de las que la mitad son niños.
En su comunicado, las agencias han resaltado que "el sector de la educación ya estaba en situación de crisis" antes del actual conflicto, al tiempo que han resaltado que había "un déficit de casi 200 escuelas y cerca del 80 por ciento de las aulas doblando turnos para ocuparse del gran número de alumnos".
"El bloqueo de Gaza ha impedido abordar la necesidad desesperada de construcción de nuevas escuelas, y perjudicará los esfuerzos de reconstrucción si no se adoptan medidas urgentes", han agregado.
"La educación es el pilar de toda sociedad. Invertir en educación es invertir en paz y estabilidad. Para ello, la comunidad humanitaria necesita tener la capacidad de traer rápidamente los materiales y el equipamiento necesarios para la reparación, reconstrucción y construcción de escuelas en Gaza a gran escala", ha valorado June Kunugi, representante especial de UNICEF en Palestina.
Así, se prevé que el inicio del curso escolar no tenga lugar hasta que no hayan pasado dos o tres semanas de un alto el fuego definitivo. Además, las escuelas que están siendo usadas como refugio necesitarán ser sometidas a tareas de rehabilitación.
Por otra parte, los organismos han destacado la necesidad de que se solucione la situación de las 330.000 personas que se encuentran alojadas actualmente en dichos centros, 70.000 de las cuales no tienen a dónde ir debido a la destrucción de sus viviendas.
"Regresar a la escuela supone devolver la normalidad a los niños. Para ello, es necesario un alto el fuego duradero, y debemos abordar las necesidades más acuciantes para una rápida recuperación del sistema de enseñanza", ha remachado Lodovico Folin Calabi, jefe interino de la oficina de Organización para la Cultura, la Ciencia y la Educación de Naciones Unidas (UNESCO) en Ramala.