La Policía australiana mató anoche de un disparo a un supuesto yihadista en la ciudad de Melbourne tras haber apuñalado a dos agentes del grupo de lucha antiterrorista, informó hoy el ministro de Justicia, Michael Keenan.
"La persona en cuestión era conocida por ser un supuesto terrorista y una persona de interés de las agencias de reforzamiento de la ley e inteligencia", afirmó Keenan, en una breve comparecencia ante la prensa en la que comentó que el policía que disparó lo hizo en defensa propia.
El sospechoso ha sido identificado como Abdul Haider, de 18 años, hijo de una familia afgana, a quien los cuerpos se seguridad vigilaban desde mayo y tenía el pasaporte cancelado, de acuerdo a los datos facilitados por el jefe de la Policía del estado de Victoria, Ken Lay, según la cadena ABC.
Haider estuvo asociado con el grupo radical islámico Al Furqan, del que se separó recientemente, y había amenazado al primer ministro de Australia, Tony Abbott.
"Tenemos información de que estuvo presente en un centro comercial en la última semana con una bandera que creemos es la del Estado Islámico", detalló el jefe policial.
El joven se presentó en la comisaría de Endeavour Hills, en el sureste de Melbourne, ayer para una entrevista como parte de las investigaciones sobre sus supuestas actividades terroristas.
Sin que se haya revelado el motivo, Haider atacó con un cuchillo a dos agentes, quienes se encuentran hospitalizados con heridas graves, aunque sus condiciones son estables, antes de ser mortalmente alcanzado por el disparo del otro policía.
Un portavoz de la Policía de Victoria declaró hoy que se trataba de un suceso aislado y explicó que al parecer el sujeto "no actuaba en coordinación con otros individuos".
La muerte del joven tiene lugar menos de una semana después de que se llevaron a cabo operativos antiterroristas en las ciudades de Sídney y Brisbane y fueran detenidos 15 supuestos yihadistas relacionados con el Estado Islámico y que planeaban secuestros y decapitar a civiles para divulgar los vídeos en las redes sociales.
Según las autoridades, unos 60 yihadistas australianos combaten en la Siria e Irak mientras otros 20 militantes han regresado al país.
Australia elevó la alerta terrorista al nivel "alto" este mes ante la amenaza de atentados en medio de la ofensiva internacional contra el Estado Islámico en Siria e Irak, en la que Canberra participa con ayuda humanitaria y armas.