El autocar estaba atravesando un puente sobre el río Damchan, en la comuna de El Khank (sureste del país)
Los cadáveres de cinco personas, pasajeros del autocar arrastrado por las aguas el pasado domingo en el sureste de Marruecos, han aparecido cinco días después del suceso.
Con ellos, el número total de muertos por aquel trágico accidente se eleva a 24 pasajeros: mientras que 17 aparecieron en las 24 horas siguientes al accidente, dos más fueron encontrados en los días posteriores, y cinco más (tres hombres y dos mujeres) en la jornada de hoy, según la agencia oficial MAP.
El autocar estaba atravesando un puente sobre el río Damchan, en la comuna de El Khank (sureste del país), cuando el ímpetu de las aguas desbocadas lo volcó y lo arrastró aguas abajo.
Según los habitantes del lugar, citados por la agencia, una crecida similar del río no se veía desde hace muchísimos años, lo que hacía difícil prevenir un accidente similar.
Veintisiete de los pasajeros lograron salir con vida del autocar tras su caída, algunos con heridas y magulladuras, y fueron trasladados al Hospital Moulay Ali Cherif de Errachidia, el más cercano.
Según han informado los medios marroquíes, el chófer del autocar, que sobrevivió al accidente, huyó en un primer momento, para entregarse a la policía dos días después.
Un vídeo que circuló por las redes y que presuntamente grabó un vecino de una aldea cercana mostró cómo el chófer se aventuraba peligrosamente en un puente totalmente invadido por el agua embravecida, pese a que varios coches se encontraban sin atreverse a pasar a un lado y otro del río. Nada más entrar al puente, volcó y fue arrastrado por la corriente.
Este accidente ha resultado ser uno de los más graves de los últimos tiempos en Marruecos, y mereció el traslado del ministro del Interior y el de Transportes hasta el lugar donde se centra el rastreo de las víctimas.
Los ríos del sur del Atlas en Marruecos son la mayor parte del año lechos secos, pero en la época de fuertes lluvias (agosto y septiembre, y a veces también en invierno) se llenan de corrientes de agua, piedra y lodo que arrastran todo lo que encuentran a su paso, destruyendo con frecuencia puentes, caminos y carreteras.
El pasado 29 de agosto, otro río desbordado en otro valle del Atlas sorprendió a los espectadores de un partido de fútbol, y sus aguas desbocadas arrastraron a ocho personas del público, que perecieron ahogadas.