Logró boicotear la sesión en la que iba a votarse la ratificación del nuevo primer ministro, Fritz William Michel
Un grupo de manifestantes afines a la oposición de Haití ocupó este miércoles la sede del Senado y logró boicotear la sesión en la que iba a votarse la ratificación del nuevo primer ministro, Fritz William Michel.
Los manifestantes permanecieron en el interior del Senado hasta la noche para impedir la celebración de la sesión, de gran importancia para el presidente haitiano, Jovenel Moise, puesto que el país caribeño lleva seis meses sin un gobierno efectivo.
Los integrantes del grupo accedieron a la sede legislativa aprovechando que la sesión era pública y, ante varios periodistas, subieron a la tribuna del Senado para protestar contra el nuevo Gobierno y contra el nombramiento de Michel.
Tras los disturbios, el Senado aplazó la sesión "sine die", según informó el portavoz del presidente del órgano legislativo, Carl Murat Cantave, en su cuenta oficial de Twitter.
En el exterior del Parlamento también se vivieron protestas violentas y enfrentamientos de los manifestantes con la Policía.
Un grupo de activistas opositores prendió fuego a un autobús de la Policía Nacional, que quedó totalmente carbonizado en un descampado cercano al Parlamento, según constató un periodista de Efe.
Después del incendio, la Policía arrestó a varios manifestantes y usó gases lacrimógenos para tratar de dispersar a las decenas de personas que se concentraban en el lugar para protestar contra la celebración de la sesión de la Cámara alta.
Ante los hechos vividos hoy, el presidente de la Cámara de los Diputados, Gary Bodeau, alertó de que esta situación puede poner en peligro la continuidad de la existencia del Parlamento.
"El Parlamento está cavando su propia tumba, estos son los mismos errores que llevaron a la disolución de las Fuerzas Armadas de Haití (en 1995). Cualesquiera que sean sus intereses, los senadores haitianos deben estar a la altura de la dimensión de su misión", dijo Bodeau en su cuenta de Twitter.
La sesión prevista para este miércoles en el Senado debía servir para la ratificación del nuevo primer ministro y la aprobación de su programa de gobierno.
Michel fue designado primer ministro el pasado 22 de julio por el presidente Moise, y fue ratificado por la Cámara de los Diputados el 3 de septiembre, en una sesión que también trató de boicotear la oposición.
En esa ocasión, varios diputados opositores destruyeron sillas y mesas de la sede legislativa, obligando a atrasar seis horas el comienzo de la sesión.
Para ejercer el cargo de forma efectiva, el nuevo primer ministro necesita ser ratificado por ambas Cámaras.
Haití no tiene un gobierno efectivo desde el pasado marzo, cuando el Parlamento cesó al entonces primer ministro, Jean Henry Ceant, en una moción de censura.
El sucesor de Ceant, Jean-Michel Lapin, no logró siquiera llegar a presentar su programa de gobierno ante el Parlamento, debido a las fuertes presiones de la oposición y a varios intentos de boicot similares a los de hoy.
Por la parálisis institucional, el país no ha aprobado los presupuestos de este año y el Ejecutivo en funciones está limitado para tomar medidas con las que hacer frente a la crisis económica.
La crisis política de Haití se agravó en julio de 2018, cuando estallaron protestas como reacción a los escándalos de corrupción que han salpicado a varios miembros de los últimos gobiernos del país.
El pasado 22 de agosto, la Cámara de los Diputados trató de impulsar una moción para abrir un juicio político contra el presidente Moise, que se sustentaba en las sospechas de que el propio mandatario se había apropiado de fondos del programa Petrocaribe, por el que Venezuela ofrecía petróleo a precios subsidiados.
Sin embargo, la Cámara de los Diputados, con mayoría gubernamental, rechazó la moción que podría haberle costado el cargo a Jovenel Moise.