La de AstraZeneca es la vacuna que más países administran, un total de 178, seguida de la Pfizer, que la utilizan en 104, según recoge un artículo publicado en ‘The New York Times’ que toma como referencia los datos que el proyecto Our World in Data recopila de fuentes gubernamentales.
El análisis de las estadísticas de Our World in Data, que aporta datos de los países que reportan cifras, revela que las vacunas del resto de laboratorios se administran en muchos menos países, ya que la de Moderna se estaría utilizando en 54; la rusa Sputnik V en 45; las chinas Sinopharm-Beijing y Sinovac en 43 y 30, respectivamente, y la de Johnson&Johnson en 26.
Otras tienen, de momento, una implantación muy reducida, ya que la china BBIBP-CorV se administra en 14, la india Bharat Biotech (Covaxin) en 6, las también chinas CanSino en 4 y Sinopharm-Wuhan en 2, la rusa Vector Institute (EpiVacCorona) en 2, las cubanas Abdala y Cuba Soberana02 en 1 cada una de ellas, la kazaja QazVac en 1, igual que la de Emiratos Árabes Unidos y China Sinopharm/HayatVax y la china RBD-Dimer.
Hasta ahora se han administrado más de 2.500 millones de dosis de vacunas en todo el mundo. Sin embargo, se producen grandes diferencias por regiones geográficas y por países y, de hecho, algunos todavía no han informado de que hayan iniciado el programa de vacunación.
El 86 por ciento de las vacunas se han administrado en países de ingresos altos y medos-altos, mientras que solo el 0,3 por ciento de las dosis se han distriuido en países de bajos ingresos. África es el continente que registra la tasa de vacunación más baja.
Los países menos ricos confían en que el acuerdo de intercambio de vacunas a través del mecanismo internacional Covax, cuyo objetivo es abastecer a los Estados más vulnerables, posibilite que se distribuyan 2.000 millones de dosis antes de que finalice el año para revertir la situación.
La mayoría de los países han centrado sus esfuerzos de vacunación temprana en grupos prioritarios, como los mayores de 60 años y otros grupos vulnerables, o trabajadores de sectores con mayor exposición, como el sanitario.