Hasta ahora, el sector del lujo era
el último que entraba en crisis y el primero que salía. “Pero el desastre al que nos enfrentamos desde hace un año es sanitario”, advierte Angélica Jódar, CEO de Comer de Lujo y colaboradora de 7TV, y
ha afectado desde el primer momento a la oferta por las restricciones impuestas a toda la actividad salvo la esencial. “Restaurantes de referencia han optado por el delivery -explica- y, en general, se ha prestado mayor atención a la gestión, que antes no se miraba” para ajustar gastos” durante la desescalada. Pero
“el lujo clásico no tendrá que adaptarse especialmente” en el futuro porque la mayoría de las propuestas ya contaban con aforos reducidos antes de la pandemia, por ejemplo. Para Jódar, pese a que las consecuencias económicas son desastrosas,
la demanda está garantizada. Las previsiones de tres de las propuestas más exclusivas de la provincia
son optimistas. El restaurante ‘Lú, Cocina y Alma’ ultima nuevos platos para ofrecer la máxima excelencia en su reapertura; Casa Palacio María Luisa vuelve a tener huéspedes; y el Puerto Sotogrande es ya destino para el teletrabajo y prepara un verano prometedor.
Casa Palacio María Luisa Con la vista puesta en el mercado turístico internacional y las vacunas
Las previsiones optimistas para mayo han llevado a la Casa Palacio María Luisa, en la plaza Rafael Rivero, en Jerez, a reabrir sus puertas el jueves pasado.
“Queremos volver a rodar”, explica Almudena Moreno, quien confía en no volver a tener que cerrar, como a principios de año, o que vuelvan a endurecerse las restricciones. “Este fin de semana teníamos reservas, pero
como no se puede viajar aún entre las comunidades autónomas, se han cancelado”, agrega. Que la campaña de vacunación avance a buen ritmo también es fundamental. Con una
clientela internacional en su mayoría, tiene la vista puesta en Reino Unido y en EEUU, donde la inmunización de la población se incrementa a un muy buen ritmo. “Es importante que se ponga a disposición de las personas que han recibido sus dosis correspondientes el pasaporte sanitario”, apunta, para garantizar un buen verano. “Estamos súper ilusionados con la esperanza de retornar a cierta normalidad”, admite, después del “duro parón en nuestras vidas a causa de la pandemia”. La plantilla, asegura Moreno, se encuentra ya casi al completo en sus puestos de trabajo. El hotel, cinco estrellas gran lujo,
da empleo directo a 27 personas y, además, trabaja con proveedores de la zona, tanto para servicios, como lavandería, como suministros para el restaurante. “Y dinamiza la zona”, subraya; “los locales del entorno se ven beneficiados”. Jerez como destino, en cualquier caso, alienta el optimismo. “
La ciudad acompaña, ofrece una oferta exclusiva, cultural, gastronómica, vino y caballos”, concluye.
‘Lú, Cocina y Alma’ Compromiso con una oferta de máxima excelencia y calidad
El fin del cierre perimetral de las provincias andaluzas no animó a Juanlu Fernández a reabrir su laureado establecimiento con una estrella Michelín, ‘Lú, Cocina y Alma’, en la calle Zaragoza, en Jerez, que
permanece cerrado desde enero. “Hay mucha incertidumbre, es complicado anticipar el futuro”, asegura. Ya detecta “algo de movimiento” en cuanto a la demanda de la clientela, “pero
no es una locura”. La recuperación de la movilidad es fundamental, no tanto por la llegada de turistas internacionales, como por
permitir desplazamientos dentro del país, dado que el mayor porcentaje de la clientela es nacional. “Hay que ser optimista”, recomienda en cualquier caso. “Espero una normalidad normal y que la gente recupere las ganas de salir”, asegura. Entretanto, continúa siendo foco de interés, con su reciente
aparición en ‘Masterchef’, el concurso gastronómico de TVE, o la nominación como uno de los mejores cien cocineros del mundo por la plataforma
The Best Chef Awards; y no para con pruebas de platos. “Mantendremos el mismo concepto, todo volverá a ser como antes,
buscamos la excelencia y no podemos ni vamos a hacer menos”, concluye.
Puerto Sotogrande El interés del turismo nacional por la náutica y el teletrabajo permiten salvar el ejercicio
Los primeros números que echaron en el Puerto Sotogrande en marzo pasado asustaban.
“Valoramos acogernos a un ERTE para la mitad de la plantilla”, reconoce el director gerente, Miguel Ángel Díez.
El tráfico marítimo se suspendió y la incertidumbre era total.
Sin embargo, “decidimos seguir adelante, rebajamos los sueldos más elevados un 25% y elaboramos un plan de contigencia (que se ha actualizado cuatro veces) para minimizar pérdidas”, explica. La jugada salió razonablemente bien. En el último año, la facturación ha caído un 20%, pero mantiene la plantilla de 68 trabajadores al completo. El verano dio oxígeno. “
Los barcos con base en nuestro puerto no salieron a navegar y el turismo nacional disparó su interés por la náutica”, recuerda, lo que permitió afrontar con reservas las duras segunda y tercera olas. La oferta de calidad, con la calificación de Puerto Seguro, y la privilegiada climatología también han convertido el enclave en destino para teletrabajar. “
Hasta 300 familias se han venido a vivir a Sotogrande procedentes de Madrid y País Vasco”, asegura Díez, quien plantea la necesidad de llevar a cabo mejoras en el entorno y plantearse
reformas fiscales para atraer turistas. Por una parte, subraya la necesidad de
mejorar las infraestructuras y potenciar el transporte público con la Costa del Sol. Por otra, considera que el elevado impuesto de matriculación para embarcaciones varadas más de 180 días espanta a los extranjeros, que acaban en Marrueco, Portugal o Italia, donde no pagan nada. “
Sin tasa, deja más beneficios”, sostiene. La actividad, agrega, ya da empleo indirecto a medio millar de trabajadores.