Una enfermedad autoinmune caracterizada por producir sequedad en la boca y en los ojos y para la que actualmente no hay una solución
Investigadores del sistema sanitario público andaluz participan en un proyecto europeo para estudiar el síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune caracterizada por producir sequedad en la boca y en los ojos y para la que actualmente no hay una solución terapéutica eficaz.
Los investigadores andaluces que participan en el proyecto desarrollan su labor en el Centro de Genómica e Investigación Oncológica Genyo, con sede en Granada.
El objetivo del estudio, que comenzó el pasado mes de enero y se prolongará durante seis años, es desarrollar nuevas herramientas y capacidades que permitan facilitar el diagnóstico del síndrome de Sjögren y poner en marcha nuevos ensayos clínicos para, en última instancia, poder generar tratamientos eficaces, ha informado este jueves la Junta de Andalucía en un comunicado.
El grupo de investigación de Genyo, liderado por la investigadora Marta Alarcón Riquelme, aportará el conocimiento que han generado sobre esta enfermedad en el marco de otro proyecto europeo (denominado Precisesads) cuyo objeto de estudio era las enfermedades autoinmunes sistémicas, como el lupus eritematoso o la artritis reumatoide, entre otras.
En concreto, se segmentarán las muestras obtenidas en el marco del Precisesads y serán analizadas por una extensa red de expertos industriales, clínicos y académicos europeos para buscar nuevos parámetros y evaluar la respuesta a los tratamientos actuales.
Participa en este grupo la investigadora María Teruel Artacho, con experiencia en el estudio genómico de esta enfermedad y con otros proyectos activos en este ámbito con financiación competitiva.
Coordinado desde Francia, en el estudio participa una extensa red de expertos europeos de pequeñas y medianas empresas biomédicas, farmacéuticas, administraciones públicas, universidades, profesionales sanitarios e investigadores.
Se trata en total 25 instituciones de ocho países que trabajarán juntas durante seis años.
El trabajo cuenta con un presupuesto de 15,4 millones de euros financiado por la Iniciativa de Medicamentos Innovadores de la Unión Europea y la Federación Europea de Asociaciones e Industrias Farmacéuticas.