Sevillano de nacimiento y rondeño de adopción,
Jaime Aranda es cofrade por los cuatro costados, hermano de Padre Jesús y del Rocío, y de otras hermandades tanto de Pasión como de Gloria de Ronda, y con un marcado sentimiento mariano. Devoto de todas las vírgenes, incluso de las que no procesionan, como María Auxiliadora, siempre lleva junto al corazón la medalla de la Blanca Paloma.
Este domingo 26 de marzo, Jaime Aranda pronunciará el
Pregón Oficial de la Semana Santa de Ronda, un encargo que asumió el pasado 7 de octubre -día de la Virgen del Rosario, recuerda-, con una responsabilidad que le hizo “entrar en pánico”, pero que hoy afronta con “un orgullo muy grande”.
Nacido en Sevilla pero rondeño de adopción, háblenos de su trayectoria.
–Llevo en Ronda desde el año 69, así que soy más rondeño que sevillano. Estudié en los Salesianos de Úbeda, luego en Córdoba, después en Cabra, y estaba en quinto de Bachiller cuando ingresé en el Banco Español de Crédito con 17 años. Luego seguí estudiando, ya en el banco, hasta que lo dejé en primero de Derecho. En mi trayectoria profesional he pasado por todas las escalas hasta llegar a director y me jubilé de interventor de Ronda con 65 años. Vine a Ronda porque mi padre era director de banco y a él lo trasladaron aquí. Yo vine con 18 años, conocí a mi novia y me casé con 23 años.
¿Aún mantiene vínculos con Sevilla?
–Me interesa lo que sucede en Sevilla, incluida la Semana Santa, aunque generalmente mantengo vínculos con el fútbol, porque soy socio del Sevilla y voy a todos los partidos. Mi hijo es ingeniero de Caminos y vive allí, y además tengo tres nietos, así que voy una semana sí y una no. Cuando era director de banco en Carrión de los Céspedes nació mi segundo hijo, en Sevilla. Mi hija nació en Ronda, como su madre.
Sevilla es referencia cofrade universal, ¿qué le llamó la atención de la Semana Santa de Ronda tras conocerla?
–Lo que te llama la atención de la Semana Santa de Ronda es la dualidad que hay entre hombres de trono y costaleros. Aquí tienen la mitad de pasos y la mitad de tronos. No es como en Sevilla que son todos costaleros, o en Málaga que son hombres de tronos. Aquí ves la diversidad y lo mejor de las dos cosas. Eso llama la atención, no son todos iguales.
Cuando llega la Semana Santa ¿tiene, como suele decirse, el corazón ‘partío’?
–Lo hago muy bien, porque aquí salgo en Padre Jesús, que es mi hermandad, y me da tiempo a terminar, coger el coche a las cinco de la mañana e irme y terminar de ver la madrugada en Sevilla. Voy jugando, unos días aquí y otros allí, pero generalmente paso la Semana Santa en Ronda. Todavía sé moverme en Sevilla y tratar de ver todas las cofradías en el mínimo espacio de tiempo posible.
¿Cuál fue la primera cofradía de la que se hizo hermano en Ronda?
–La primera con la que estuve vinculado fue Padre Jesús, aunque soy hermano del Santo Entierro, Cristo de la Sangre, Ecce Homo, Vera Cruz, Virgen de la Cabeza y del Rocío. Y en Sevilla soy de la Milagrosa, de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza en el Puente Cedrón.
¿Sigue haciendo estación de penitencia con alguna de ellas?
–Con Padre Jesús sigo saliendo como hermano. Es la única con la que actualmente procesiono. Llevo unos 46 años. También he procesionado con el Cristo de la Sangre. En Sevilla, la Milagrosa sale el Sábado de Pasión, así que me da tiempo a procesionar en Sevilla. En mi familia siempre ha habido tradición por la Semana Santa, pero hacerme hermano de Padre Jesús fue más que nada porque era el único paso de costaleros que había en Ronda, y me llamó la atención. Mi padre era del Cristo de la Sangre, y sin embargo mi hermano y yo nos hicimos de Padre Jesús por ser el único paso a costal que se llevaba en Ronda. Estuve unos pocos años como costalero de Nuestra Señora de los Dolores.
Además, está vinculado a hermandades de Gloria.
–Las hermandades de Penitencia y de Gloria son diferentes, pero a mí me une el sentimiento mariano, tanto en las de Gloria como las de Pasión, un paso de palio es lo más bonito que puede haber en la vida. Estoy enamorado de mis vírgenes y de otras que no procesionan como María Auxiliadora, tras tantos años de contacto con los salesianos. En la Hermandad del Rocío soy vocal de Culto y Formación. Fui uno de los cofundadores y prácticamente desde sus inicios he estado en casi todas las juntas de gobierno del Rocío.
¿Cuáles son sus momentos preferidos de la Semana Santa de Ronda?
–De la Hermandad de Padre Jesús me encanta la ‘revirá’ que tiene la Virgen de los Dolores en la calle Santa Cecilia, y la subida que hace Padre Jesús por la misma calle, casi al final. Eso es una de las cosas que me llaman la atención. Otra es el Cristo de la Sangre, ese silencio, ese rachear de cadenas, impone, y la forma de andar de la Vera Cruz. Es precioso.
¿Hay modas adoptadas de otros lugares que no vea necesarias?
–Nada en particular. Como no hay grandes bullas, la moda de la sillita no es una cosa que haya llegado aquí, que es algo que no me gusta, lo de llegar con la sillita y colocarte en cualquier sitio. La moda de las marchas, si cada vez hay mejores marchas y tocan mejor, eso es bueno. La forma de andar de los pasos lo mismo, cada vez se anda mejor, se imite a unos u otros, no son modas que vea que sean contraproducentes. Ronda tiene esa dualidad de la que he hablado entre unas hermandades y otras, que es raro que te encuentres, pero aquí se llevan los dos estilos muy bien.
¿Qué mensaje central cree que hay que trasladar al mundo cofrade?
–En el Pregón hablo del cofrade como del cristiano, y en lo que más abundo es en la formación tanto para el cofrade como para el que no lo es. Hoy más que nunca en estos tiempos que estamos es necesario que los laicos evangelicemos, para poder evangelizar mejor hay que estar preparado, y para estar preparados necesitamos formación. La formación es esencial hoy en día para cualquier cofrade y cualquier cristiano. El Pregón está formado de esa manera, voy a hablar de los pilares de lo que es una hermandad haciendo mucho hincapié en la formación, voy a hablar de lo que es Iglesia y hermandad, y luego voy a desgranar todos los cristos y al final todas las vírgenes, porque soy mariano, soy una persona que ha llegado a Jesús por María. En lugar de hacerlo al uso, primero hablo de todos los cristos y después de todas mis vírgenes, para terminar con la Resurrección.
¿Esperaba que en algún momento le llegara la ocasión de dar el Pregón?
–No lo esperaba. Al principio me pilló de improviso porque si hay algo en la vida que nunca pensé que pudiera ser era pregonero. He estado en muchas fases de pánico, ahora me alegro porque veo que es un orgullo muy grande ser el pregonero de tu Semana Santa, un reconocimiento y una responsabilidad.
¿A quién ha elegido para presentarle?
–Me presenta mi amigo Alejandro Rey Garrido, que fue hermano mayor de Padre Jesús.