El descenso de la UD Roteña tiene nombres y fechas. Pero seguro que no están, los nombres de los bravos jugadores, que han luchado hasta el último momento por mantener la categoría. Nombres como los del delantero Alex Expósito, que ha peleado muchas veces en solitario frente a una numerosa defensa o que incluso ha jugado con un tobillo hinchado. De un portero Jesús, el mejor de la categoría, que ha salvado muchas jugadas de gol. Tampoco saldrá el de Jony, que ha jugado lesionado y en una posición no habitual. Vicente, el único central de la plantilla, que ha tenido que multiplicarse. Jairo que ha cuajado grandiosos partidos. Dos jóvenes que han sido de lo mejor, en un centro del campo obviado por el entrenador, Pedro Mateos y Pablo Bonomo, su rendimiento han superado las expectativas. Tampoco olvidar la adaptación de José Pablo, jugando en varias posiciones. Hermida, de lateral a central, pasando a ser indiscutible. Cayetano un jugador serio, pero que no ha rendido más por una inoportuna lesión. La recuperación de Ramón Almadana, tras un largo periodo de enfermedad. La de un ilustre veterano, Geremi, jugando menos de portero en cualquier sitio. Jesús Poley, que más que una pierna, tiene un guante. Una gran aportación la de Pepe Reales, que llegó quizás un poco tarde, pero con una gran calidad. Pablo Niño, la veteranía es un grado, aunque no todos la vean, de titular a no convocado, cosas del destino. Rafa Mendoza, un gran defensa si la lesión no le hubiera apartado del equipo. Pedrito un defensa con ganas y velocidad. Los jóvenes valores de Sergio Chino, Villa y Yamhal, delanteros de futuro para esta plantilla.
¿Han cometido errores? Si claro, como los comete el Madrid o el Barsa, cosas del fútbol. Pero los principales errores han estado, en la pésima planificación de la temporada, con jugadores que llegaron en pretemporada y que no tenían la suficiente calidad para jugar. A mí me dio la impresión, que venían solo a completar la plantilla, para los partidos de pretemporada.
La pelea en no traer jugadores a tiempo, ha dificultado la labor de todo el equipo, desde los técnicos a los propios jugadores. La plantilla se conformó a cuentagotas. Buenos refuerzos avalados los veteranos del equipo, que fueron ninguneados. Sé que es difícil llevar a un equipo, sin un gran presupuesto, pero a veces la ocasión no está en el dinero, sino en la decisión. Y esa amigos, es la obligación de quien dirige un club, tomar decisiones en tiempo y forma. Mi objetivo también mira a su entrenador, muchos errores, el principal no tener mano izquierda. Imponer un juego que no se adapta a su equipo, balones arriba y a pelear. Elección errónea en algunos casos, por ejemplo, Pablo Niño titular en Guadalcacín, campo pequeño y día infernal. Partidos en casa y en campos como el Iberoamericano, ni convocado. Geremi, suplente en un campo donde hay que tener casta, como en Lebrija, decisivo.
También ha soslayado a mi persona, con una falta de respeto enorme, dejando de lado llamadas y sobre todo una rueda de prensa. Cuando luego, acude a todas las llamadas de otros medios de comunicación. Parece ser que el divorcio existente entre él y la directiva, la he pagado yo, que trabajo altruistamente. Bueno, borrón y cuenta nueva, espero que para la próxima temporada en División de Honor Andaluza, se hagan mejor las cosas. Ahora no tirarse de los pelos, para los que antes nunca habéis tenido en cuenta mis artículos.