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la última entrevista realizada a Daniel Jesús Nieto Vázquez en el programa Pasión de Radio La Isla el pasado mes
1 de octubre de 2019, una vez conocida su designación como pregonero de la Semana Santa 2020, que iba a suponer su segundo pregón de la Semana Santa, tras el ofrecido en 2001 en la iglesia conventual del Carmen. En esta entrevista inédita en San Fernando Información, deja ver cómo sería su pregón previsto para el domingo 29 de marzo de 2020, en el Real Teatro de Las Cortes.
Daniel Nieto, que ya recibía el duro tratamiento para su enfermedad, no bajaba los brazos y mantenía la esperanza de seguir adelante. De hecho, ha mantenido su vida social hasta que las fuerzas no le han permitido más. En la entrevista daba muestras de su ilusión por dar este pregón en el Real Teatro de Las Cortes y también de su humildad.
-Una llamada al pregonero, pero teniendo esa vivencia anterior, ¿cómo se vive esa segunda llamada?
—Posiblemente con una mezcla de miedo, nervios y de sentimientos. Es verdad que cuando recibes una noticia por primera vez, inesperada completamente, por su puesto, pero que entra dentro de un cálculo razonable. Esta segunda vez evidentemente esa sorpresa es mayúscula, una llamada y sorpresa completamente inesperada. Se asume y se encaja con una tremenda ilusión, responsabilidad, gratitud, con todo eso a la vez. Soy consciente del privilegio que supone ser pregonero de la Semana Santa y serlo por dos veces.
- Si los elegidos consideran que es un privilegio, usted que ha sido designado dos veces. Ahí están Francisco Montero Galvache, Juan Bohórquez Sargatal, José Carlos Fernández Moreno, ¿cómo considera entrar en esa lista ilustre?
—En todas las listas ilustres siempre hay alguien que desdice esa notoriedad, y en ese caso me ha tocado a mi y yo muy gustoso de ser de todos ellos, el peor.
-¿Qué recuerda de su pregón de la Semana Santa de 2001 en la iglesia del Carmen?
—Pues fue hace mucho tiempo. Recuerdo que tu ya retransmitías ese pregón para Radio La Isla. Recuerdo aquella iglesia del Carmen, la presencia imponente con el Yacente delante, cómo sonaban las marchas y lo larga que es Amarguras, todas estas cosas que se van amontonando y la necesidad de que empiece todo. Recuerdo el boato de la ceremonia, que va dilatando el momento hasta el propicio de que entre el pregonero. Ese sitio de privilegio, ese honor de dirigirse a la ciudad y de proclamar en voz alta, en lo que todos alguna vez hemos proclamado en voz baja.
He de reconocer que si algo se recuerda del pregón es esa parte del pregón, que no tiene que ver con la Semana Santa, si con La Isla cien por cien y con el cincuentenario de la coronación de la Virgen del Carmen.
-Eso avala su elección y genera expectación para el pregón de 2020
—Quizás esa sea la parte negativa. Yo digo en broma que si me han nombrado por segunda vez pregonero, y para recuperar el suspenso de la primera vez. Van a ser dos pregones distintos. No tienen nada que ver, son dos pregones que da la misma persona, pero veinte años de diferencia entre uno y otro. Por lo tanto, no va a ser una segunda parte de un pregón, sino que va a ser un pregón en sí mismo, con su principio y con su fin. No viene a justificar ni es acreedor de aquel otro pregón, que tuve la fortuna de dar.
- La visión de los años cambia la experiencia del cofrade.
—Evidentemente, hay que ver que en el año 2001 no había hermandades que hoy existen, y todas estas cosas claro que han cambiado, y en 20 años ha cambiado la cosa muchísimo, más de lo que parece, por fortuna. E incluso en aquello que haya podido empeorar, pues seguramente habrá también un primer carácter. Todo ha cambiado, todos hemos cambiado y la perspectiva, el objeto de ese pregón, entre uno y otro, pues tiene 20 años de diferencia, nada más y nada menos.
- En esta ocasión cambia el marco, pues será el Real Teatro de Las Cortes. El retablo dorado del Carmen era un marco magnífico, pero ahora el teatro.
—Creo que una iglesia no es un sitio ajeno para un pregón de la Semana Santa, o de hermandad, creo que es un ámbito favorable, propicio y adecuado, pero en la ciudad este pregón, tiene un lugar, y es el lugar más solemne, el que de alguna manera encarna a la ciudad de San Fernando, que es el Real Teatro de Las Cortes. Estoy contento de que este segundo pregón sea en el Real Teatro de las Cortes, seguramente porque el primero fue en el Carmen y este será una experiencia distinta.
-¿En qué ha cambiado la visión de Daniel Nieto del mundo cofrade?
—¿En qué hemos mejorado y en qué hemos empeorado?, cada uno tiene una perspectiva. Yo si tengo claro en qué ha cambiado mi visión. Creo que la edad te enseña a relativizar, y a fijar o concretar cuáles son aquellas cuestiones que si son imprescindibles, o innegociable. Todo lo demás, es opinable. ¿Cuáles son esa docena de cuestiones innegociables, sobre las que no debería haber discusión y que seguramente sería discutibles también. La edad lleva a relativizar algunas cuestiones que desde otras perspectivas no se ven tan importante o transcendentales como cuando teníamos 25 o 30 años. O como las veíamos cuando teníamos 15 años. Cada edad tiene su cosa. Creo que un chaval de 15 años metido en un grupo joven, tiene que ser de una determinada manera, porque si no, algo estaría haciendo mal, ese chaval y esa hermandad. Lo que no se puede tener es una mentalidad adolescente con 50 años, porque también algo iría mal. En cada edad, cada momento tiene su propio afán, y creo que la clave de la vida es ir asumiendo la edad que se tiene, la experiencia y la necesidad de ir relativizando cuestiones y dándole importancia a otras cuestiones a las que no se daba antes.
-¿Cómo ha recibido en esta ocasión las felicitaciones por su designación?
—Como un auténtico mare magnum, en una fecha inesperada, muy anticipada, hasta el punto de que un amigo mío pensaba que era una broma. Acostumbrados a octubre en el mejor de los casos y esto fue el 28 de junio, día del Sagrado Corazón de Jesús, pues con la sorpresa inicial y la emoción inmediata. Se vivió en la familia y con los amigos y también de las hermandades, que para eso somos muy de dar ánimo y respaldo. Lo agradezco, lo agradezco mucho porque además lo considero sincero.
- Ve el cambio de la fecha de designación mejor para el pregonero, al dar más tiempo
—Yo tengo mi propia teoría. Seguramente si se hubiera nombrado en el momento adecuado, ahora seguramente no sería el pregonero. Lo digo completamente en serio, por las circunstancias sobrevenidas. Todo esto tiene un por qué, y el único por qué que yo le encuentro a esa anticipación, esa esa que le digo. Evidentemente, el tiempo es una ventaja y desaprovechar una ventaja, es algo temerario. He empleado buena parte del verano, muy bien empleado por cierto, en el pregón de la Semana Santa que quiero ofrecerle a San Fernando. El pregón está terminado, no, pero si está enjaretado. Le falta nada, pero no pretendo terminarlo, porque queda tiempo y estoy seguro que de aquí al Domingo de Pasión va a ver que incorporar cosas.
-Es miembro de la denominada tertulia Papelón al cuadril, que reúne a los pregoneros y que dan ánimo al nuevo, pero usted no es nuevo.
—Es una tertulia o encuentro que hacemos los pregoneros, con el pregonero cantano, como bautizamos en su día. Una jornada estupenda, donde los pasamos bien, somo amigos, conocidos, cofrades, y echamos un día muy bueno. Yo espero que por el hecho de que haya dado ya un pregón, no vivamos este año este encuentro de otra manera, al contrario, lo tenemos que vivir con más intensidad.
-¿Qué mensaje quiere dar el pregonero con su pregón?
—Un mensaje de reivindicación tranquila, sencilla, que lo que hacemos es bueno, al menos, no es malo. Tenemos que aprender que ésto no nos lo hemos inventado nosotros, ni lo hemos inventado aquí. Es algo común, una forma de ser, de expresar, de sentir, de creer, y que no perjudica ni a la fe cristiana, ni a la Iglesia. Al contrario, la fortalece, le da valores que son propios de las hermandades, y por lo tanto no tenemos que justificar nuestra existencia, pero si reivindicar esa labor que hacemos, cómo lo hacemos, cuando, quiénes lo hacemos. Eso tenemos que ponerlo en valor, porque fortalece y vivifica el mensaje de Cristo. El pregón va a ir por ahí, en contar lo que somos. Quiero dar un mensaje optimista, que la gente se vaya con ganas de Semana Santa, y sin que nada la distorsione. El cofrade tiene gana de cofradías, pero tiene que tener ganas de vivir esa fe en comunión con la Iglesia. Y todo es perfectamente compatible con las cornetas, con los capirotes, con las flores, con los montajes de cultos, con los cirios. Creo que es compatible y en se voy a centrar el pregón. Eso pretendo, ojalá lo consiga.
Va a ser un pregón que afronto con muchas ganas. Ya comentaba que la anticipación de la designación es una ventaja, pero también es un peso. Tenemos la obligación de devolver el pregón con el mismo prestigio que lo recibimos y aspirar a darle un mayor prestigio.
Daniel Nieto Vázquez tenía la intención de dar su pregón y dejar el listón en lo más alto. Cuando se realizó esta entrevista, ya era consciente de la gravedad de su enfermedad, de ahí la manifestación de que si su designación hubiera llegado entonces, no hubiera aceptado, consciente de las circunstancias que lo rodeaban.