Los trabajadores de Navantia San Fernando salieron este jueves a la calle de nuevo ante el incierto futuro que se cierne sobre el pilar fundamental de la industria en la Bahía de Cádiz, tras la reunión del pasado martes en Madrid con SEPI donde no se aclaró prácticamente nada.
Tras una asamblea informativa dentro de la propia factoría, decidieron llevar a cabo una movilización de cuatro kilómetros, que es lo que separa Navantia de la plaza del Rey, con una parada previa en el puente de la zona de La Glorieta, donde colgaron una pancarta reivindicativa.
Posteriormente,la marea humana formada por más de un millar de personas recorrió la calle San Rafael, donde por cierto se podía presenciar la imagen de los hosteleros retirando mesas y sillas al paso de los trabajadores, prosiguieron por calle Rosario, hasta desembocar en la calle Real, desde donde llegaron hasta la plaza del Rey. Una vez allí, todos se subieron al atrio del Ayuntamiento para protestar por la situación de incertidumbre y escuchar las palabras de aliento del presidente del comité de empresa, José Antonio Oliva.
Oliva
El propio Oliva reseñó que la intención que persiguen con este tipo de movilizaciones, que por el momento se están desarrollando dentro de un clima pacífico, es “exigir tanto al Gobierno central como a la SEPI que nos digan cuál es el proyecto comercial que tienen para nosotros, más allá de la carga de trabajo. Es una situación que cada vez está provocando más grado de inquietud entre los trabajadores”.
El presidente del comité de empresa también hizo alusión a la prohibición decretada por la Subdelegación del Gobierno en Cádiz de que se corten carreteras con este tipo de manifestaciones. “Está claro que realizar cortes de carretera no gusta a nadie, pero es la única manera de protestar que en estos momentos conocemos los trabajadores. Si hay otra fórmula, que venga alguien y nos la enseñe. Pese a lo que diga el subdelegado del Gobierno, nosotros seguiremos realizando cortes de carretera si lo vemos necesario”.
Por último, José Antonio Oliva propuso como alternativa a este tipo de movilizaciones que se abra un “diálogo” entre todas las partes implicadas en este conflicto al objeto de alcanzar un acuerdo que sea satisfactorio.