Comienza uno escuchando un disco de flamenco y aparece una bulería y ligerita para el gran público y comienza el tembleque de lo que hay después. Y es que discos de flamenco, lo que se dice flamenco, pocos se ven por estas tierras y es en cierto modo lógico porque es un cante para minorías. Y como están las cosas, sin casas de discos de las que antes (que tampoco se vendía) que tenían el flamenco en catálogo porque tenían que tenerlo, tampoco es para arriesgarse. Y nadie se arriesga.
Jesús Castillo ha estrenado un disco, un CD que lleva por título La voz de mi alma y ha tenido el detalle, el valor (también del productor, claro) de incluir tres palos que dan la verdadera dimensión de un cantaor flamenco. La soleá, la seguiriya y la toná, por ese orden.
Y en las tres sale con un notable alto, por no decir más, porque gozan de un compás exquisito, de esos que no pisan la raya sino que la sobrevuelan; de conocimientos del cante (me quedo con una soberbias soleares de Cádiz) y de sentido del flamenco, que es lo que importa al fin y al cabo.
Pasado el examen, ya se puede escuchar todo lo que viene en el disco, nueve títulos entre los que hay fandangos de Huelva, tangos, malagueña del Mellizo –magníficas- y alegrías. Además de los tres puntales mencionados.
El disco tiene problemas de sonido –salvo que los problemas los tenga mi ordenador- como si le hubieran aplicado mal un compresor que se nota cuando lanza la voz. Pero en vez de sonar más, se apaga. Algo así como cuando se graba en automático.
Pero quitando ese pero, que es poco perceptible aunque moleste, lo bueno es que sigue la tónica de muchos cantaores y músicos en general que graban a coro con otros buenos músicos. Guitarristas, percusionistas, coros, violines y todo aquello que pueda enriquecer el producto final.
Por que es verdad que para quedarse tranquilo de que el flamenco grande está presente debe de haber algunos cantes que lo certifiquen, pero como bien decía el pintor Paco Coto, un pintor tiene que aspirar a imitar a Velázquez y si lo consigue aunque sea de lejos, que pinte lo que quiera. Pues un cantaor que es cantaor y lo demuestra, puede cantar luego lo que le dé la gana. Y Jesús Castilla puede hacerlo.
Y no se olviden las letras. Jesús Castilla está muy presente en ese apartado y el disco puede presumir también de tener buenos letristas. Juan Antonio Iglesias, David Cuevas y Mawi Soto.
El disco se presenta este miércoles 26 en el patio de la Escuela San José. Y se merece el voto de confianza de ver qué hay en directo de todo lo bueno que hay en el disco.