El capitán de fragata Javier Montojo Salazar, que viajaba a bordo del buque de investigación oceanográfica Hespérides, falleció al caer al mar de forma accidental, según indicó en un comunicado el Ministerio de Defensa. Montojo Salazar, que es descendiente directo del brigadier Saturnino Montojo y Díaz, quien fuera director del Real Observatorio de la Armada entre 1847 1856, tenía 53 años y nació en Ferrol en 1965 aunque a los pocos meses se traslada con sus padres a Madrid, por lo que siempre se ha sentido madrileño.
Vivió en San Fernando, donde viven algunos familiares y vivía últimamente Cádiz. Estaba casado y era padre de una niña de 15 años.
El cuerpo del fallecido desapareció en las proximidades de la base española Juan Carlos I en la isla Livingston, en la Antártida, y fue localizado tras seis horas de búsqueda.
Los restos mortales del capitán de fragata navegaban el sábado rumbo a Usuahia (Argentina) para iniciar el proceso de repatriación y sus restos mortales se espera que lleguen a España este jueves.
Destinado en la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa, el capitán de fragata participaba en uno de los proyectos de investigación que desarrolla el buque.
Antes de incorporarse a esta misión, Montojo había estado destinado en el Observatorio de Marina, en San Fernando, concretamente, en la Sección de Astronomía del Real Instituto y Observatorio, de la que era jefe.
Era también un divulgador muy activo de la ciencia a través de artículos y conferencias, una de las cuales tuvo lugar en el mes de octubre de 2015 en el Centro de Congresos de San Fernando organizada por la eal Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes.
En esa ocasión informó sobre la situación de saturación del espacio por los satélites artificiales, materia de la que se ocupaba en el Observatorio y del peligro de un colapso general de las comunicación toda vez que la basura se acumula en la órbita de la Tierra sin que existe un protocolo para evitar ni la acumulación ni las consecuencias de una colisión múltiple.
La observación de los satélites desde el Real Observatorio de la Armada es una de las funciones más antiguas -teniendo en cuenta que es una actividad relativamente moderna fruto de la Guerra Fría entre EEUU y la Unión Soviétiva- y que se mantiene en el centro científico.
El ROA, pionero
En San Fernando fue el primer observatorio en sumarse a la vigilancia de satélites, además de su seguimiento para funciones de servicio público, tras lanzar los sociétivos el primero de ellos, el Sputnik 1 en 1957, primer intento no fallido en este campo. Francisco Javier Montojo Salazar ingresa en la Escuela Naval Militar en 1985 y recibe el despacho de alférez de navío en 1991.
Ha prestado servicios en la fragata Baleares, el petrolero de flota Marqués de la Ensenada y el submarino Mistral. Fue profesor de la Escuela Naval Militar entre 1997 y 1999, este último año embarca como comandante de brigada y profesor delos guardiamarines en su viaje de instrucción a bordo del buque escuela Juan Sebastiánde Elcano.
Ese mismo año fue seleccionado para realizar los cursos de Estudios Superiores y el máster en Astronomía y Geofísica en la Escuela de Estudios Superiores del Obervatorio de San Fernando.
Tras finalizar ambos cursos en 2003, pasa destinado como jefe de servicio a la Sección de Astronomía del Observatorio y ejerce como profesor titular de la Escuela de Estudios Superiores.
Como investigador había participado en seis proyectos de investigación y acciones especiales del Plan Nacional de Investigación financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación.
Fue primer representante del Observatorio de la Armada en dos contratos con la Agencia Espacial Europea, uno de ellos una campaña para observación de objetos en órbita estacionaria con el telescopio TFRM (Telescopio Fabra-ROA Montsec) y otro para la instalación de dos telescopios dedicados al Programa de Vigilancia y Seguimiento del Espacio de la ESA.
También participó en el diseño y desarrollo de un sistema español de seguimiento y vigilancia espacial que se integrará en el programa de la Unión Europea.
La misión
Tras mes y medio desde la salida del Arsenal de Cartagena, el Buque de Investigación Oceanográfica (BIO)
Hespérides finalizó el 18 de enero la primera fase de la Campaña Antártica.
Tras cruzar el océano Atlántico, realizar escalas en Mar del Plata y Ushuaia, y cruzar el mar de Hoces, el buque ha completado su primer objetivo de la Campaña, que ha consistido en la apertura de las Bases Antárticas Españolas (BAE´s) Juan Carlos I y Gabriel de Castilla.
Para la apertura de las bases se trasladaron un total de 60 toneladas de material diverso que incluye víveres, vehículos, combustible y material científico. También se desembarcaron en las bases 50 personas entre personal militar del Ejército de Tierra, científicos y técnicos.
Esta fase de la campaña ha tenido un exclusivo componente logístico para el
Hespérides. Mientras la mayor parte de la carga de material se realizó en el Arsenal de Cartagena antes del inicio de la campaña, el personal científico y técnico embarcó en la escala previa en Ushuaia.
El buque continua con la segunda fase de la campaña que se desarrollará durante el periodo del 11 de enero al 12 de marzo, para la realización de tres proyectos científicos: geofísica en las islas Orcadas del Sur, de sismología en el mar de Bransfield, así como el proyecto GALILEO.
Base 'Juan Carlos I'
La Base Antártica Española (BAE) Juan Carlos I, gestionada por el CSIC, fue inaugurada en enero de 1988. Tiene como objetivo apoyar las actividades españolas en la Antártida y en particular la realización de los proyectos de investigación científica que coordina el Subprograma de Investigación en la Antártida del Programa Nacional de Recursos Naturales.
La base está ocupada únicamente durante el verano austral, desde mediados de noviembre hasta principios de marzo, aunque se mantienen registros automatizados durante todo el año.
Se encuentra situada en la costa SE de Bahía Sur, en la Península Hurd de Isla Livingston (archipiélago de las Shetland del Sur), a unas 20 millas de navegación de la base española Gabriel de Castilla, situada en Isla Decepción.
El Hespérides
El Hespérides pertenece a la Armada española y tiene su base en Cartagena (Murcia), donde fue construido y botado el 12 de marzo de 1990.
Su dotación es también de la Armada, quien a su vez es responsable de su mantenimiento. La
Unidad de Tecnología Marina (UTM) del CSIC es la responsable del mantenimiento del equipamiento científico del buque y aporta el personal técnico de apoyo para la realización de las campañas oceanográficas.
La investigación que en él se realiza está fundamentalmente dirigida y financiada por el Plan Nacional de I+D+i con evaluación científica por parte de la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva. La instrumentación y los laboratorios con los que cuenta le permiten investigar los recursos naturales, la atmósfera, el clima, los recursos marinos, el cambio global, la biodiversidad marina y los riesgos naturales.
El Hespérides ha realizado numerosas campañas de investigación, recorriendo más de 300.000 millas náuticas y acogiendo a más de un millar de investigadores extranjeros. Su casco está reforzado para navegar en las zonas polares de la Antártica y el Ártico, por lo que, además, sirve de apoyo logístico a las bases españolas del Polo Sur.