La
Oficina Andaluza Antifraude (OAAF) ha confirmado la existencia de
irregularidades en la gestión y actuación del hasta este miércoles
director económico-financiero del
Área de Gestión Sanitaria de
Osuna,
Casto Ortiz Montaño, en el
fraccionamiento de contratos y en diferentes
procesos selectivos o cobro de
nóminas complementarias, y ha remitido la resolución al “organismo competente”, el
Servicio Andaluz de Salud, que será quien tenga que
determinar si abrirá o no un procedimiento para la “restitución de la legalidad o reparación del daño”.
La
resolución, fechada el 13 de julio y recibida el miércoles por las partes, coincide con la
dimisión de Casto Ortiz al frente de la Dirección Económico-Financiera del Área Sanitaria de Osuna el mismo día, c
onfirmada por el SAS, que asegura que este cargo ha alegado
“motivos personales” en su renuncia. La resolución, por su parte, ya se encuentra en manos de la
Oficina Antifraude del Servicio Andaluz de Salud para su estudio, según fuentes de la Consejería de Salud.
En los 32 folios de la resolución, a la que ha tenido acceso Viva Sevilla, la OAAF relata las
irregularidades denunciadas por CGT y el
procedimiento de investigación e inspección, recabando información de cada una de las partes, y decide
no remitirlo al ministerio fiscal ni sancionar sino trasladar “a la autoridad competente”, en este caso el SAS, el procedimiento para que sea quien
decida las actuaciones oportunas.
Aún así,
confirma las irregularidades detectadas, siendo las más relevantes y próximas en el tiempo las de la
contratación de obras de mantenimiento y conservación de la fachada del Hospital de la Merced de Osuna, realizados entre los
años 2020 y 2021, que chocan con la existencia de un
contrato marco de mantenimiento, adjudicado a Ferrovial y prorrogado hasta 2023, poniéndose en cuestión seis contratos menores, realizados en breve tiempo y a las mismas empresas, que parece que “podría estarse
pagando dos veces por la misma prestación”.
“En este sentido y tras el análisis de la documentación relativa a la contratación de las prestaciones relativas a la pintura del Hospital de Osuna aparentemente
pudiera haber vicios de nulidad de los contratos menores (al ser objeto de los mismos prácticamente idéntico, pintura, y sobre la misma fachada -unidad funcional-), de modo que, en su caso, el órgano competente (SAS),
habría de iniciar el correspondiente
procedimiento de revisión, de cuya finalización, de iniciarse, se dará conocimiento a la Oficina”, dice la resolución.
En el caso del cobro de “
nóminas complementarias falsas”, la OAAF considera que, “al no haber sido justificadas, habría el SAS de
estudiar el modo de restituirlas, en su caso”. De su presunta
falsedad al concurrir en una oferta de empleo, ante la falta de información, considera que “pudiera haber
indicios de una resolución del procedimiento selectivo no ajustada a los principios de igualdad, mérito y capacidad”.
Sobre los
méritos que presentó para consolidar la plaza, sobre las que el SAS “sigue sin responder”, considera que “habrá que realizar las actuaciones que, en su caso, procedan para
restituir la legalidad o reparación del daño causado”. Sólo en el aspecto de que
firmara expedientes como jefe de grupo o de personal considera la OAAF que no habría irregularidad (a excepción de un documento), al estar “
convalidado por el superior jerárquico”.
“De la finalización del
procedimiento sancionador, disciplinario, de reintegro, de revisión de oficio o de cualquier otro tramitado para la restitución de la legalidad o reparación del daño causado se dará conocimiento a la
Oficina”, que será quien comunique la
resolución final al denunciante y solicitará su cumplimiento, apunta la resolución.
Para el sindicato
CGT, la resolución de la OAAF
“nos da la razón” aunque sea el SAS, del que no han tenido nunca respuestas positivas tras sus reiteradas denuncias, el que decida si abrir o no una investigación. Recuerdan que Ortiz Montaño
ya fue condenado por vulnerar los derechos del sindicato y se preguntan “
¿cuánto tiempo tardará el SAS en volver a darle otro cargo directivo?”.