Caixabank ganó 4.816 millones de euros en el año 2023, un 53,9% más que en el ejercicio anterior, aunque esta cantidad no ha supuesto su récord histórico de beneficios, como en el caso el año pasado de otras entidades bancarias (Santander, BBVA y Sabadell), porque ese hito ya lo logró dos años antes, en 2021 (5.226 millones de euros), gracias a los resultados extraordinarios por la absorción de Bankia a un precio inferior a su valor contable.
El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, ha anunciado que gracias a estos magníficos resultados, los segundos mejores en la historia de la entidad, pagará en el mes de abril de 2024 un dividendo superior en un 69,9% al del año pasado: 0,3919 euros brutos por acción.
De esta manera repartirá entre los accionistas 2.890 millones de euros, cifra equivalente al 60% del beneficio anual, el máximo dentro del objetivo de Goirizolzarri de distribuir entre el 50% y el 60% de las ganancias.
Si la Fundación Cajasol, que preside Antonio Pulido, no se ha vuelto a desprender de nuevos paquetes de acciones, como hizo a mediados de diciembre de 2016 y conserva desde entonces una participación en el capital social de Caixabank del 0,898%, percibiría en la próxima primavera, como regalo de Feria, 25,95 millones de euros brutos en dividendos.
A título comparativo, hace nueve años percibió 8,6 millones de euros en dividendos, tres veces menos y a pesar de que entonces mantenía el 0,91% del capital social de Caixabank.
La participación de la Fundación Cajasol en Caixabank es consecuencia del proceso de absorción por La Caixa de Banca Cívica, el proyecto que capitaneó en tiempos la extinta caja sevillana Cajasol.
Ese 0,898% del capital social que mantendría en Caixabank valdría en estos momentos, por la capitalización alcanzada por la entidad financiera catalana, 251 millones de euros en números redondos (251.017.422).
A mitad de diciembre de 2016, la Fundación Cajasol vendió un total de 670.000 acciones de Caixabank por 2,17 millones de euros, con lo que redujo por debajo del 0,9% su participación en la entidad catalana.
En concreto, el 16 de diciembre de hace ocho años se deshizo de 400.000 acciones de Caixabank a un precio unitario de 3,23 euros, y de 270.00 títulos por 3,25 euros cada uno.
Según quedó constancia en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la Fundación Cajasol redujo entonces su participación en Caixabank del 0,91% al 0,898% tras estas operaciones.