“Quise
convertir una experiencia negativa en algo positivo y crear algo; como cuando escribo música, compongo o hago fotografía”, expone
Javier Alba, creador del proyecto de comunicación social y arte urbano
MacarenayPaco, nacido
a raíz de una tragedia familiar relacionada con el tráfico. La
cara visible del proyecto es la instalación de los
semáforos flamencos, con una clara inspiración en los
Ampelmännchen alemanes pero adaptados a la cultura sevillana, siendo las figuras
una bailaora y un tocaor de guitarra. Estas peculiares luces de tráfico se han instalado en el
entorno de la Feria de Abril, así como dos unidades en la plaza de toros de la
Maestranza.
A pesar del
éxito que tienen estos semáforos en el periodo de feria, su autor se plantea
si merece la pena que todo el trabajo y gasto que conlleva el proyecto durante el año
tenga reflejo únicamente durante una semana -aunque este año también se utilizarán durante la
Bienal de Flamenco-. Defiende que
“no tiene sentido” que una labor social como el fomento de la seguridad de los peatones
no mantenga su vigencia durante más tiempo.
A la
escasa temporalidad se le suma el
conflicto judicial con el Ayuntamiento de Granada, al que acusa de haber
utilizado sus figuras sin su permiso. Al Consistorio lo ha llevado a juicio por
responsabilidad civil derivada del plagio, ya que obtuvo un
lucro de unos 70.000 euros sólo el primer día de su instalación, que es la cantidad que “hubiera tenido que pagar en publicidad con los mismos reportajes que lanzó, pero que al utilizar la obra,
le salió gratis”.
“Es un
abuso de poder que yo tenga que estar denunciando a ambas corporaciones, porque tanto la anterior como la actual, con el nuevo alcalde,
me han obligado a ir a juicio”, apunta. Alba asegura sentirse
desamparado y, aunque agradece el reconocimiento de su obra por parte del Ayuntamiento de Sevilla,
exige más protección desde de la Junta de Andalucía hacia un proyecto inscrito en la administración.
El proyecto, además de la instalación de los semáforos, lleva a cabo
otras actividades para mantenerse activo y realizar una importante labor social durante el resto del año. Es el caso de los
Premios MacarenayPaco, entregados a personas y asociaciones que realizan una
labor altruista en pos del progreso de la ciudad. Esto es lo que se mueve entre bambalinas y que
dota de significado a las simpáticas figuras, que son la
punta del iceberg.
Hay más ciudades interesadas en el proyecto
Alba asegura que desde
Córdoba, Málaga o Madrid solicitaron información para llevar a cabo un
proyecto similar que estaría valorado en unos
15.000 euros. Ninguno de ellos cuajó al final. “En
Sevilla, por el tema del accidente y porque se ha creado aquí,
yo puedo elegir cederlo gratuitamente, sin exclusiva; pero eso
no significa que sea gratis para todo el mundo”. Ante esta situación, denuncia que
se ha intentado “romper la originalidad de su proyecto”.
El creador apunta a esa idea
interiorizada entre los españoles de
“relacionar el arte con el ocio”, mezclándolo todo, provoca según Alba que
no se tome en serio la labor de los artistas. Además, se muestra
abatido ante los distintos
obstáculos con los que su proyecto ha ido chocando a lo largo de estos años, incluso asegura haber llegado a plantearse
“tirar la toalla”, aunque lo único que pretende es "que se hagan las cosas dentro de un orden establecido y un protocolo o procedimiento distinto".
A pesar de todo, se siente satisfecho por el
éxito en redes como TikTok, donde ha obtenido más de
200.000 reproducciones de todas partes del mundo.