El rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, ha reconocido que la institución académica que dirige quiere "pasar página" ya sobre el fallido proyecto de construcción de su biblioteca central en los Jardines del Prado de San Sebastián.
Por ello, y tras presentar recientemente las alegaciones ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para intentar que éste, en aplicación de la sentencia que obliga a devolver los jardines a su estado original, contemple la posibilidad de utilizar lo construido como parking o jardines colgantes, ha realizado este mismo lunes el acto de colocación de la primera piedra en el lugar donde finalmente se pondrá en pie la biblioteca central, en la Avenida de Eritaña, junto a los pabellones de Brasil y México.
"Con el inicio de esta obra me gustaría pasar página respecto al anterior edificio, que es un proyecto que ya declaré hace meses que la Universidad no iba a continuar y cuyas infraestructuras construidas, simplemente, están a disposición de la ciudad", ha dicho a los medios de comunicación presentes hoy en este simbólico acto de colocación de la primera piedra.
Así pues, ha recordado que la decisión sobre lo edificado en los Jardines del Prado depende, "en primera instancia, de las autoridades judiciales" y, en segunda, de las "autoridades municipales" --que son las que tienen competencias en parques y jardines-- y que, en ese sentido, la US actuará conforme se pronuncien ambas. "La coyuntura que se tenga dependerá muchísimo de la situación final, que no solo depende de la Universidad", ha apostillado.
Dicho esto, el rector ha explicado que el nuevo edificio de la biblioteca central --que se llamará 'Rector Antonio Machado y Núñez' y que estará finalizado previsiblemente en 18 meses gracias a que los más de cuatro millones de euros que cuestan las obras están a cargo del Plan Plurianual de Inversiones suscrito entre la US y la Junta de Andalucía y de cuyos fondos "ya dispone" la academia--, jugará un "papel fundamental" en la gestión y conservación de los recursos bibliográficos de la Hispalense.
Además, no solo permitirá a los investigadores contar "con unas instalaciones apropiadas" para desarrollar su tarea sino que también servirá, por otro lado, para "liberar espacio en la Fábrica de Tabacos", que albergará, una vez se acometan las necesarias obras de reforma, nuevos espacios de investigación y la biblioteca de Humanidades, que compartirán y utilizarán los estudiantes, profesores e investigadores de las Facultades de Filología y Geografía e Historia.
Según la US, la construcción de esta biblioteca central es una necesidad académica desde hace algunos años ya que la actual, ubicada en el edificio de la antigua Fábrica de Tabacos, cuenta con más de 1.600.000 volúmenes, a lo que hay que añadir el Archivo Histórico que también irá en la nueva biblioteca.
A todo ello se le une la valiosa colección del Fondo Antiguo de la Universidad de Sevilla, que cuenta entre sus volúmenes con 300 manuscritos anteriores a la invención de la imprenta y uno de los escasos ejemplares de la Biblia de Gutenberg que existen en el mundo, entre otras joyas bibliográficas.
El nuevo edificio está situado en un entorno universitario, junto a los Pabellones de México, sede del Centro de Formación Permanente, y de Brasil, que acoge a los vicerrectorados de Estudiantes, Infraestructuras, Investigación y Transferencia Tecnológica. Además se encuentra entre dos de los campus que la Universidad de Sevilla tiene repartidos por toda la ciudad, como son el Campus Central y el de Reina Mercedes.
El edificio dispone de 5.689,56 metros cuadrados construidos, divididos en cuatro plantas (una de ellas para aparcamiento bajo rasante) y los materiales que se utilizarán para el acabado de la fachada serán la piedra y el vidrio.
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