Sevilla ha entrado en la historia de la aviación al ser partícipe del primer vuelo transatlántico de un avión propulsado únicamente con energía eléctrica de origen solar, sin necesidad de combustibles fósiles y con cero emisiones. El Impulse 2, nave que es capaz de volar de día y de noche sin realizar escalas gracias a un total de 17.248 células solares que abastecen a cuatro baterías, aterrizó en el aeropuerto de San Pablo a las 07.40 horas de este jueves procedente de Nueva York.
Dos días, 23 horas y 10 minutos (71 horas de vuelo) duró la travesía por el Atlántico Norte realizada por el piloto suizo Bertrand Piccard, una de las etapas más difíciles de la vuelta al mundo que pretenden completar él y su otro compañero piloto, el también suizo André Borschberg (con el que se turna a los mandos de la aeronave), para demostrar y concienciar a los gobiernos de las ventajas de las energías renovables y de la aplicación de tecnologías limpias que permitan preservar el medio ambiente.
El avión, que despegó de Nueva York a las 02.30 hora local (06.30 GTM) del pasado lunes del aeropuerto JFK, tras una travesía de 6.300 kilómetros a 77 km/h de media llegó a la capital andaluza escoltado por dos cazas Eurofigters y por la Patrulla Águila del Ejército de Aire Español, que despertaron a media población de la capital hispalense, contrastando el ruido que emitían con el silencioso vuelo del Solar Impulse 2. Con su llegada a Sevilla la nave completó la etapa número quince de su vuelta alrededor del mundo, un viaje que recuerda de alguna manera al legendario vuelo de Charles Lindbergh, que cruzó el Atlántico en mayo de 1927 en un vuelo en solitario sin escalas de Nueva York a París (el avión de Lindbergh necesitó 1.700 litros de gasolina).
Antes de Sevilla, el avión ha surcado los cielos de Omán, India, Myanmar, China, Japón y Estados Unidos. Borschberg, director y cofundador del proyecto, fue el protagonista y el encargado de coger los mandos del Solar Impulse 2 el año pasado, sobrevolando el Océano Pacífico durante cinco días y noches. Borschberg también fue el primero en abrazar este jueves a su compañero. Sólo ellos saben lo que es pasar días enteros en el interior de la nave sin más compañía que la de la emisora que los conecta con el resto de su equipo en tierra y de la naturaleza en estado puro que les ha acompañado en sus travesías.
“¡Good morning, Sevilla!”, fueron las primeras palabras de Piccard nada más pisar suelo sevillano. Cansado pero feliz de participar “en esta increíble aventura”, el pionero piloto suizo abrazó a su familia e indicó que ha devuelto a la ciudad, sólo que a la inversa, lo que en su momento hizo Cristóbal Colón. “Colón hizo el viaje de ida a América y nosotros hemos vuelto al viejo mundo cargados con el nuevo mundo de las tecnologías limpias”, señaló.
La elección de Sevilla
Los embajadores del proyecto, apoyados por Main Partners Solvay, Omega, Schindler, ABB, Official Partners Google, Altran, Covestro, Swiss Re Corporate Solutions, Swisscom y Moët Hennessy, Host Partners, Masdar en Abu Dhabi y la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, han elegido Sevilla como punto de llegada de esta etapa, además de por razones geológicas y meteorológicas, por ser una de las primeras capitales en apostar por energías renovables y limpias y albergar una consolidada industria en esta materia con las primeras torres termosolares, las de Abengoa, y la planta Gemasolar, levantada por Torresol Energy, en Fuentes de Andalucía.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, fue, junto con el director del Aeropuerto, Jesús Caballero, quien se encargó de recordar a los miembros del equipo del Solar Impulse 2 que Andalucía, y dentro de ella Sevilla, “están a la cabeza de las energías renovables y del mundo termosolar”. “Sevilla vuelve a ser escaparate internacional con el aterrizaje del avión Solar Impulse 2”, dijo el alcalde. Cierto es que en la carrera termosolar Sevilla es la cuna de la primera central termosolar comercial de la historia (la de Abengoa) y la primera que alberga un elevado número de plantas termosolares (en Sanlúcar la Mayor, Lebrija, Écija y Fuentes de Andalucía), conformando casi el 30% de las españolas.
Espadas, además, recordó que la capital hispalense compitió duramente con París para acoger la llegada del avión solar y que, precisamente, fue “la elegida” gracias a su papel en la aeronáutica y las energías renovables.
Es esta cultura arraigada en energías renovables y su industria en la materia lo que “entretendrá” hasta finales de la semana próxima a Bertrand Piccard y a André Borschberg, que también aprovecharán estos próximos días para conocer la capital hispalense y su provincia, junto a su numeroso equipo y familiares. Después, Borschberg cogerá de nuevo los mandos del Solar Impulse 2 para dirigirse en una nueva etapa a Egipto. Este será el penúltimo vuelo de la nave. El último, en esta primera vuelta al mundo con energía solar, lo realizará Piccard para cerrar el ciclo hasta Abu Dabi, en Emiratos Árabes, donde comenzó la aventura en marzo de 2015.
El avión
El Solar Impulse 2, tal y como lo denominan sus creadores, es “una amalgama de tecnología ecológica”, un laboratorio volante. Es un avión monoplaza realizado en fibra de carbono, con 72 metros de envergadura (mayor que un Boeing 747), y con un peso de 2.300 kilos (equivalentes a un coche familiar en vacío). Las 17.248 células solares desplegadas sobre sus alas, y las cuatro baterías (de 13,5 kW / 17,17,5 CV cada una) que almacenan la energía solar, propulsan las hélices únicamente con energía limpia. El avión es capaz de ahorrar una considerable cantidad de energía durante el día, que puede usar durante la noche, gracias a sus baterías. Al no necesitar energías basadas en las fuentes fósiles, el Solar Impulse 2 tiene una autonomía de vuelo ilimitada: teóricamente, podría volar indefinidamente, ya que sólo estaría limitado por la resistencia física del piloto.
Un comité da continuidad al proyecto
Para continuar con la aventura, Bertrand Piccard y André Borschberg han decidido establecer el Comité Internacional de Tecnología Limpia (ICCT). El objetivo es continuar el legado que Solar Impulse inició: “la promoción de soluciones de eficiencia energética concretas con el fin de resolver los desafíos que enfrenta la sociedad actual”.
Comer a 8.500 metros de altura, un gran reto
Una alimentación equilibrada, además de intervalos de sueño cada 20 minutos, han sido claves para mantener a los pilotos. Nestlé ha sido quien ha diseñado los menús, en bolsitas con ingredientes frescos, que una vez cerradas se cocinaban y esterilizaban. Realizaban 11 comidas y consumían 3,5 litros de líquidos al día (de ellos un litro de bebida isotónica).
Antoine, el niño malí fan del Solar Impulse 2
Como en todo hito histórico o hazaña, en la de la primera vuelta al mundo utilizando sólo energías renovables existe también una parte sentimental y tierna. Al avión Solar Impulse 2 le ha salido un fan indiscutible y con la mirada limpia, un niño malí llamado Antoine que, junto con su padre, asiste a los aterrizajes del avión solar alrededor del mundo cada vez que pueden, y que han creado el primer club de fans del proyecto.
Antoine estaba este jueves en Sevilla. No le importó madrugar. Ataviado con un mono de piloto hecho a su medida, estaba en la primera línea de la pista de aterrizaje del aeropuerto de San Pablo para asistir a la llegada de su ídolo Bertrand Piccard, quien considera al chico como el futuro de proyectos de este tipo.
Pudo abrazar a su ídolo y a su compañero, el también piloto suizo André Borschberg. Luego, durante la rueda de prensa, escuchó casi sin pestañear lo que contaron los aventureros y se mostró orgulloso cuando le invitaron a salir al escenario.
“Tú verás a pasajeros en aviones solares como éste”, dijo Piccard a Antoine.
“Verás aviones solares con pasajeros y aviones eléctricos también con pasajeros y te acordarás de este día y les dirás a todos que tú ya lo conocías antes de que ocurriese. Y como quieres ser ingeniero, serás tú quien los pilote”, añadió Piccard, para explicar que, aunque el Solar Impulse 2 ahora es aún un prototipo, con el esfuerzo de los gobiernos y de las empresas y con la apertura de mente podrá llegar a ser algo normal.