Un funeral multitudinario ha despedido este lunes en Utrera (Sevilla) al futbolista José Antonio Reyes, fallecido el sábado a los 35 años en un accidente de tráfico y cuyos restos mortales han sido incinerados después de la misa de "córpore insepulto" que se ha oficiado en la iglesia de Santa María de la Mesa de su localidad natal.

El Sevilla homenajeó a su leyenda durante la tarde del domingo, en la que numerosas personalidades del mundo del fútbol y más de 11.000 aficionados visitaron la capilla ardiente del futbolista instalada en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán.

 



Desde el estadio de Nervión, el cuerpo del futbolista fue trasladado al Ayuntamiento de Utrera, donde fue velado por familiares y amigos y desde donde ha salido a las nueve de la mañana hacia el templo cubierto con una enseña nacional y la bandera del Sevilla, el club en el que se formó y en cuyo primer equipo militó ocho temporadas en dos etapas.

Miles de vecinos han contemplado el paso de la comitiva fúnebre y han prorrumpido en una cerrada ovación a su paso.

 


En el funeral en Utrera, el Sevilla ha estado representado por su presidente y director general, José Castro y José María Cruz, respectivamente; y en él han estado presentes futbolistas como el centrocampista del Real Madrid Dani Ceballos, también utrerano, y el portero del Espanyol Diego López; y quien fue su entrenador en el Sevilla Unai Emery.

Además, han dado el último adiós a Reyes quienes fueron sus compañeros en el Sevilla Vicente Iborra y el portugués Diogo Figueiras, además de otros como el internacional retirado Albert Luque.

También se han dado cita para despedir a Reyes viejas glorias del sevillismo como el portero Paco Ruiz Brenes, el central Francisco Gallego y el centrocampista y entrenador Juan Carlos Álvarez.

Todas las banderas han ondeado a media asta en señal de duelo en Utrera, cuyo alcalde, Francisco Jiménez, decretó dos días de luto oficial, y donde numerosos ciudadanos han mostrado sus condolencias a la familia de Reyes, 21 veces internacional absoluto y que jugó en algunos de los clubes más importantes de Europa.

El futbolista fue despedido en su pueblo, en el que el domingo recibió sepultura la segunda víctima mortal del accidente y primo del futbolista, Jonathan Reyes, mientras que el tercer ocupante del coche, Juan Manuel Calderón, se mantiene en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen del Rocío de Sevilla, sin mejorar su estado en las últimas horas.

 


Mientras, han proseguido las pesquisas sobre las causas del accidente que le costó la vida, del que fuentes de la investigación han informado a EFE de que el "exceso de velocidad" es el primer motivo que se baraja para explicar la salida de la vía del vehículo de gran cilindrada.

No obstante, tanto la Dirección General de Tráfico (DGT) como el delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, han pedido prudencia y esperar al atestado oficial sobre las causas, que "no ha concluido", por lo que "hay que dejar trabajar a los profesionales y cuando concluyan el atestado se podrá dar una versión oficial de cuáles son las causas y motivos del accidente".

 



El portavoz de la familia del futbolista, Antonio Fermín Díaz, ha enviado a varios medios de comunicación un escrito donde traslada el "sincero agradecimiento a todas aquellas personas, entidades, instituciones, equipos de todo el mundo y, especialmente, a la Casa Real" por las muestras de cariño al conocerse el fallecimiento.

Expresa además gratitud a quienes "acompañan en el duelo" a la familia, "así como a los que por medio de distintas redes sociales enviaron mensajes de consuelo", con mención especial al "Sevilla Fútbol Club y al Excelentísimo Ayuntamiento de Utrera".

José Antonio Reyes falleció el sábado por la mañana cuando el coche en el que circulaba junto a dos familiares, uno de los cuales ha muerto también y el otro se encuentra herido de gravedad, por la autovía A-376.