Jueves de Corpus en Sevilla es sinónimo de procesión, sí, pero de la procesión más íntima de cuantas se viven en la ciudad. Un reencuentro con la medida exacta de las cosas, sin excesos. Con el respeto a las
tradiciones, éstas sí, arraigadas de la ciudad. A las
8.15 de la mañana, los
Niños Carráncanos de la Archicofradía Sacramental del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral abrirá el cortejo eucarístico, saliendo por la Puerta de San Miguel. El recorrido seguirá por la
Avenida de la Constitución, la Plaza de San Francisco, Sierpes, Cerrajería, Cuna, Plaza del Salvador, Villegas, Francos, Placentines, Argote de Molina, Conteros, Alemanes, Cardenal Amigo Vallejo, Plaza de la Virgen de los Reyes y Puerta de Palos, en torno a las
12.15 de la mañana. Al final de la procesión, el escuadrón del Ejército rendirá honores al Santísimo Sacramento en la Plaza Virgen de los Reyes.
Tras los Niños Carráncanos, irán los
pasos de Santa Ángela de la Cruz, el de Santa Justa y Rufina, San Isidoro, San Leandro, San Fernando, La Inmaculada Concepción, el Niño Jesús, Custodia pequeña de la Santa Espina y la Custodia que labró Juan de Arfe entre 1580 y 1587, de 300 kilos y con más de tres metros de altura.
La procesión del Corpus –para la que este año no parece que vayan a hacer falta los abanicos como en otras ocasiones (las temperaturas oscilarán entre los 20 y 26 grados)- será el primer acto institucional en el que podrá verse a los miembros de la
flamante Corporación municipal que tomó posesión el pasado sábado día 15. Tan sólo cinco días después, los sevillanos que cumplan con el rito de cada Jueves de Corpus podrán poner cara –no a todos, porque la confluencia de izquierdas Adelante Sevilla no participará en esta procesión- a los políticos que decidirán qué será de Sevilla en los próximos cuatro años.
Una vez terminada la procesión,
en torno a las 12.15, el Señor de la Cena volverá a su templo, en Los Terceros.
Si el recogimiento y la solemnidad son los dos elementos que mejor definen el día del Corpus y su procesión en Sevilla, los prolegómenos vividos en la tarde del miércoles estuvieron cargados de música y bullicio en las calles del centro, donde
diez altares, 24 escaparates y cinco balcones se presentaron al
concurso organizado por el área de
Fiestas Mayores del Ayuntamiento.
Una temperatura agradable e incluso una buena brisa han animado a cientos de sevillanos a pasear por las calles del Centro para disfrutar de las obras de arte efímeras instaladas para una de las festividades más importantes de la ciudad. Mayores, niños, carritos de bebé, turistas... todo ha tenido cabida, por ejemplo, en las calles Francos y Sierpes, las más concurridas desde que el calor del mediodía ha empezado a amainar. Todo ha quedado listo para que mañana Sevilla vuelva a reencontrarse con su día más íntimo.