Diariamente, el
aeropuerto de Sevilla recibe a una media de casi
1.500 turistas ingleses. Cerca de
medio millón de pasajeros en un año completo, según las últimas cifras de AENA a ejercicio vencido. Con esta realidad, el
director de San Pablo,
Jesús Caballero, ha querido
despejar este miércoles cualquier
incertidumbre en relación al efecto que tendría en el funcionamiento del aeródromo sevillano una salida abrupta del Reino Unido de la UE. Ante un
Brexit duro, "
desde el punto de vista de las infraestructuras para el control de pasajeros y pasaportes, estamos preparados para una llegada de pasajeros británicos" fuera del espacio Schengen.
En una conferencia ofrecida en el
Club Cámara Antares, en la Torre Pelli, Caballero ha confirmado también que la
reforma integral de San Pablo (la más importante en los últimos 30 años) estará
terminada en diciembre de 2021. La ampliación de la terminal, la renovación de la pista de vuelo y la nueva central eléctrica cuentan con un presupuesto de
60 millones de euros y servirán para que San Pablo tenga capacidad para
acoger a diez millones de pasajeros.
Los números del aeropuerto siguen siendo de vértigo.
Desde 2013 a 2018, el
crecimiento acumulado fue del
73%, alcanzándose el año pasado más de seis millones de pasajeros. En lo que llevamos de ejercicio, los incrementos siguen siendo de dos dígitos (21%) y las previsiones apuntan a que
se rozarán los siete millones de pasajeros al cierre del año.
En San Pablo operan en estos momentos una
veintena de aerolíneas, hay
conexiones con 67 ciudades y las tarifas son las "más competitivas de nuestro entorno", ha asegurado el director Juan Caballero. Y no se ha tocado techo. Anualmente, se mantienen hasta
30 reuniones de trabajo con empresas interesadas en recalar en la ciudad, referencia en el turismo cultural y de congresos. "Es la primera vez que se empiezan a interesar en Sevilla las
líneas intercontinentales", ha subrayado Caballero ante el auditorio eminentemente empresarial. De hecho, y como ejemplo de este interés, el director de San Pablo ha confirmado no sólo el proximo vuelo con
Nueva York y Canadá, sino también los que ya se están explorando con
Oriente Medio y Asia. Destinos, no obstante, en los que "como mínimo,
se necesitan dos años de trabajo para conseguirlo".
Las previsiones de crecimiento futuro en pasajeros y cargas y las inversiones que se acometerán hasta 2021 están acompasadas, de manera que la terminal y sus futuras ampliaciones serán "más fáciles" de ejecutar, ha subrayado Juan Caballero, que ha mostrado su
apoyo a la conexión del aeropuerto con Santa Justa y a una mejor oferta de transporte público desde el aeródromo a la ciudad, con un servicio de taxi que "preocupa, y mucho".
La actividad del aeropuerto de San Pablo equivale al
3% del Productor Interior Bruto regional y genera
4.000 empleos, el doble de los que aportaba hace tan sólo seis años.