El día de la
Cabalgata de Reyes amaneció con la votación (fallida en la primera vuelta) para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados, en Madrid, donde, por el tono de los discursos, todo hace presagiar toneladas de carbón para sus señorías. Pero mientras por la mañana en el hemiciclo se ha impuesto el vocerío, en las calles de
Sevilla los únicos gritos que se han podido escuchar esta tarde-noche son los de los
cientos de sevillanos que, un año más, han recibido al
cortejo de sus Majestades.
La ilusión se ha impuesto. Desde minutos antes de que se abrieran las puertas del
Rectorado de la Universidad de Sevilla, ya había personas esperando la salida de las
33 carrozas del Ateneo de Sevilla, entidad organizadora de uno de los eventos que más consenso y apoyo recibe de la ciudad.
Una tarde soleada pero fría en lo meteorológico ha acompañado a
Melchor (encarnado por el
empresario Enrique Ybarra Valdenebro, de CitySightseeing),
Gaspar (
José Luis García-Palacio Álvarez, de Caja Rural del Sur) y
Baltasar (
Gabriel Rojas Fernández, promotor inmobiliario) en su recorrido por las calles de Sevilla. Un recorrido en el que ya son habituales los coches de los niños más pequeños y las maletas que arrastran los turistas que van y vienen, y que este año ha estado marcado por unas
líneas rojas pintadas por el Ayuntamiento de Sevilla a modo de
barrera de seguridad. Una medida necesaria que a algunos les ha costado respetar.
En la calle
Recaredo, los que esperaban al cortejo tuvieron regalos por partida doble. Desde el número 16 se han tirado pelotas y peluches que, cuanto menos, han ayudado a amenizar la espera. En esta misma calle se ha producido uno de los primeros parones de la tarde, momento que ha sido aprovechado por la gente para pedir a Melchor que botara en su carroza. Dicho y hecho. Los vecinos de la zona han respondido su gesto con una lluvia de globos. Ya se sabe: en Semana Santa hay petaladas y en la Cabalgata,
globoladas.
Sus Majestades de Oriente han estado acompañados de la
Estrella de la Ilusión (encarnada por la empresaria
Reyes Romero), el
Mago de la Fantasía (
José Moya Yoldi), el
Gran Visir (
José Luis Ballester García-Izquierdo) y la
Diosa Palas Atenea (
Lola Candau de Pablo-Blanco).
Hasta 20 carrozas han deslumbrado con diseños renovados, obra del
director artístico de la Cabalgata del Ateneo, Manuel Jesús Corral Zambruno. Entre las
novedades caben destacar
África, Noche de Reyes, 20.000 leguas de viaje submarino, Tablada, Cerámicas de Triana, Cadena SER y la carroza de la Macarena (recibida al grito de "guapa, guapa) por el 425 aniversario de la fundación de la hermandad, efeméride que se conmemora este año.
Los que nunca defraudan son los
900 beduinos que han acompañado al Rey Baltasar y los
600 músicos que han puesto a bailar a todos los que han ido arropando al cortejo en sus
1,5 kilómetros de extensión.
El cortejo lo cerraba una comitiva de baldeadoras de Lipasam que han hecho lo que han podido. La ilusión quedará desparramada por la ciudad unos cuantos días todavía.