La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y la Hermandad del Buen Fin de Sevilla han presentado este jueves en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) la restauración del techo de palio de la Virgen de la Palma, una obra diseñada por Ignacio Gómez Millán y realizada en el taller de bordados de José y Victoria Caro entre 1929 y 1930.
La restauración, que se ha desarrollado durante ocho meses, ha supuesto un importante avance en el conocimiento de esta obra textil, única tanto desde el punto de vista material y técnico, como histórico y artístico, al abordar su análisis y estudio desde una metodología científica.
En este sentido, según un comunicado, cabe destacar que ha sido la primera vez que se aplica la limpieza mediante técnica láser en piezas textiles en el IAPH, debido a las particulares patologías que presentaba la obra, lo que ha posibilitado la recuperación del aspecto estético del techo de palio de la Virgen de la Palma.
En concreto, la intervención --de carácter conservativo-- ha consistido en un aspirado general y otro más exhaustivo y delicado con pinzas-aspiradoras de succión para eliminar de forma minuciosa la gran cantidad de depósitos de hollín y restos de partículas correspondientes a la limpieza anterior.
En el proceso, además, se seleccionaron hilos del bordado para su correcta identificación y caracterización en el Laboratorio de Química del IAPH, cuyos resultados determinaron las técnicas más adecuadas para abordar con garantías la limpieza. Para el tratamiento de las cartelas, seriamente dañadas por el empleo de productos agresivos, ha sido fundamental la aplicación de la técnica láser.
Durante la actuación también se ha realizado una reintegración del color mediante el empleo de tintes de seda en aquellas zonas en las que el matiz del terciopelo alterado impedía la correcta lectura de los elementos del diseño, modificadas debido a la alteración cromática consecuencia de la agresiva limpieza a la que había sido sometido anteriormente.
En los altorrelieves de los cuatro Evangelistas de madera policromada, ejecutada por el imaginero Castillo Lastrucci, la intervención se ha centrado en la fijación y limpieza de los estratos polícromos y dorados, la reintegración del estrato de preparación y de la policromía, así como en la protección de la superficie mediante la aplicación de una capa de barniz para la protección de los estratos de color y dorado.
La obra, según se recoge en el proyecto de actuación, se encontraba en un delicado estado de conservación, con serias alteraciones que habían afectado a la integridad de la misma. Los daños más graves detectados fueron los provocados por las intervenciones anteriores, en concreto en una última operación de limpieza con un producto inadecuado aplicado en los bordados e incluso en el terciopelo.
Esto provocó alteraciones químicas que cambiaron el aspecto cromático del tono. También originó graves desgastes dejando a la vista su estructura base, así como aplastamientos y deformaciones del terciopelo o alteraciones en los metales de los bordados.
Como dato de interés cabe resaltar que el palio de la Virgen de la Palma causó una gran sensación en su estreno en el año 1930, ya que el techo está inspirado en las azulejerías y ornamentos de los edificios regionalistas de la Exposición Iberoamericana de 1929.
Está realizado sobre terciopelo azul con bordados en hilo metálico dorado y plateado y en el centro de la pieza destaca un óvalo rodeado de ángeles y una balaustrada para dar perspectiva a la escena bordada que representa la Cruz con un sudario como alegoría de la Sábana Santa, titular de la Hermandad. El conjunto posee indudables valores históricos y de autenticidad al ser una de las piezas textiles de la Semana Santa de Sevilla que se conserva sin modificaciones importantes desde que fue concebida.
Previamente a su depósito en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, el taller de Bordados de Manuel Solano en Morón de la Frontera (Sevilla) realizó una revisión de la estructura interior del techo y llevó a cabo el montaje de la pieza sobre dos nuevos tejidos para su correcto tensado y sustentación.
En 2018, el IAPH también intervino en la imagen del Cristo del Buen Fin, obra del escultor Sebastián Rodríguez de 1645 y realizó un estudio sobre el estado de conservación de la imagen de la Virgen de la Palma, titulares de esta Hermandad.