Compramostualma.com. El burro primero. Antes de arremeter contra los demás, hablaré de mi propia experiencia. Soy uno de esos tipos que no entendieron nada de lo que ocurrió en aquella famosa película protagonizada por Robert Redford, Demi Moore y Woody Harrelson. Me refiero a ‘Una proposición indecente’. Simplemente diré que por un millón de euros me dejo sodomizar por el hipopótamo de la subasta final de la peli, no digo ya por Robert Redford… aunque os estoy mintiendo, en el momento que tecleo estas letras, mi caché baja hasta los doscientos euros o lo que es lo mismo, por un poquito más que el recibo de la luz de dos meses, mi ano es suyo. Mi boca, ni no se equivoca, está a 50 pavos y encima, mediante el arte de la globoflexia, convierto el preservativo en un perrito color marfil translúcido...¡Y por el mismo precio!
Los años han abarato mi cuerpo y también mi alma. No es que le dé más importancia al dinero, es que me doy menos importancia. Mis ideales, antes incorruptibles como la mano de Santa Teresa, a día de hoy los vendo en cualquier mercadillo de domingo. No digo que me haya convertido en un canalla, es que soy un canalla y un hipócrita. Pero, he aquí lo más importante, no soy el único que se deja llevar por compramostualma.com.
Pero me centro. Inspiro y espiro. Compramostualma.com. A pesar de lo asqueroso que puedo llegar a ser, sentí asco y tuve náuseas hace escasamente una semana. El motivo, la visita a nuestro gran país del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán. A los que huyen de guerras y dictaduras, les cerramos las fronteras y contemplamos, con la frialdad de una piedra en un congelador, cómo llenan sus pulmones de sal marina, mientras que cerramos los oídos a la macabra melodía de sus últimos estertores. Pero a un tipo como Bin Salmán, amante de la democracia, maestro de la igualdad, enamorado de la paz, le abrimos el Palacio de la Zarzuela y le agasajamos con una suntuosa comida en presencia del Rey Felipe VI, su esposa Doña Letizia, el presidente del Gobierno, Mpunto Rajoy y los grandes empresarios del Estado.
La diferencia entre este árabe y los que forman parte de la gran fosa común en la que se ha convertido en Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar, es que el primero puede comprar muchos hipopótamos y los segundos apenas alcanzan para comerse las deposiciones del citado caballo de río. Triste, sí, pero real, amigos míos. Y sí, me encanta la demagogia… os lo he dicho, soy un puto canalla hipócrita. Pero, no lo duden, Compramostualma.com.
Ver a Letizia con sus mejores galas sentarse al lado de semejante personaje, me eriza la piel pero refuerza mi personalidad. Si ella es Reina, yo puedo ser Rey… en vileza podemos competir.
Pero que los reyes, presidentes, ministros, empresarios (y también léase en femenino, porque si hay algo que une a los géneros y las razas es la estupidez y la bajeza moral), se arrodillen y olisqueen la bragueta de un dictador con tal se sacarle cuatro duros, entra dentro de la lógica de este mundo que rinde pleitesía a cualquier becerro de oro, porque compramostualma.com es el gran dominio del siglo XXI.
Eso sí, ‘ojiplático’ me quedo con algunas actitudes como la del alcalde de Cádiz, José María González, más conocido como ‘er Kichi’. Si antes me caía bien (no es broma, creo que es un buen hombre), ahora me cae mejor. Porque, visto lo visto, nos parecemos. Formamos parte del triángulo Letizia-Younes-Kichi. Al definirse como anticapitalista me sorprende que, como un servidor, esté a favor del contrato de las cinco corbetas que Navantia construirá y venderá a Arabia Saudí.
Estamos a favor y eso que sabemos (Younes-Letizia-Kichi, el burro primero) que ese armamento se utilizará para apagar vidas, para reventar a cañonazos los derechos humanos, para desgarrar la piel de miles de niños, por ejemplo en Yemen. Sabemos que en Arabia Saudí la pena de muerte genera mucha pena, la tortura es dura y dura mucho y la libertad de la mujer se viste de Quimera (soy canalla pero también mal poeta).
Lo sabemos, pero también sabemos que lo importante es la carga de trabajo para Bahía. Dinero, manchado de petróleo, pus y sangre, pero dinero para los nuestros. ‘Semos’ así. Lo cual no quiere decir que, en un ataque de conciencia, piense que quizás, solo quizás, podríamos alzar un poquito, solo un poquito la voz, Letizia como reina, Kichi como alcalde y un servidor como periodista… aunque entonces no tendría sentido este artículo… ya saben, compramostualma.com… compramos…tualma…puntocom.