Blanca Paloma, candidata de España en Eurovisión 2023, ha completado este miércoles su primer ensayo abierto a la prensa desde el escenario del Liverpool Arena entre buenas críticas de cronistas nacionales y extranjeros, que destacan especialmente su control vocal y dramático en el tema "EaEa".
"Ha sido una actuación muy poderosa. Es una de las grandes vocalistas de esta edición y eso le va a proporcionan muchos votos del jurado, es un hecho, además de que la puesta en escena está muy bien planteada, con momentos especialmente bellos y conmovedores como los de la luna en su mano", ha destacado para EFE el cronista Sashko Krapivkin, de Razom for Ukraine.
Además de los cambios en la iluminación, más impactante, la realización ha mostrado ligeras modificaciones en los tiros de cámara, "más centrados en ella, lo que la hace la actuación más intimista y saca partido a los espacios negativos", según la opinión de Rory Gannon, de la web That Eurovision Site.
"Es mi favorita. Adoro esta canción y creo que ella canta de una forma muy bella", ha añadido este cronista británico ante su deseo de que el tema concluya dentro de los diez primeros o, incluso, en el quinteto de cabeza, pero bajo la constatación de que "todo puede pasar, porque los riesgos a veces no surten efecto".
Preguntado sobre el peligro de que el público no entienda la base flamenca y llegue a considerarla repetitiva o molesta, Gannon se ha mostrado seguro de que "ya no estamos en el momento de Remedios Amaya y 'Quién maneja mi barca'".
"El respecto por la diversidad cultural ha ido a más durante los últimos 20 años. La autenticidad ahora se valora mucho más y en ello juega un papel importante que sea coescritora de la canción, porque conecta mucho con lo que cuenta", ha considerado.
Tampoco se ha ahorrado buenas palabras el sueco Ben Robertson, de ESC Insight, para quien es una artista "vocalmente perfecta que consigue que escucharla en directo sea una experiencia increíble, hipnótica, incluso más que a través de televisión", si bien en ese sentido considera que se han hecho "algunos cambios buenos" en la realización para realzarla.
No se ha mostrado tan positivo ante otro de los cambios más significativos en su propuesta para la final del próximo sábado respecto a la actuación con la que consiguió la victoria en Benidorm Fest el pasado febrero.
"Creo que se equivoca al cantar la versión de estudio, con ese final más melismático, porque aunque sea más complejo desde el punto de vista de la técnica vocal, es menos efectista que sostener la nota. No creo que obtenga más votos del jurado por ello, pero para el público es como cuando ve a un saltador profesional capaz de dar tres giros y medio en el aire, pero solo se queda con cómo entra al agua", ha reflexionado.
Para Robertson, "España puede estar en el top 10 o en un puesto 21, porque la línea que separa una cosa y otra es muy fina ante una propuesta de alto riesgo como esta". "En cualquier caso, me parece que el país está en el camino correcto para ganar Eurovisión y que hay que estar muy orgulloso de actuaciones como esta", ha insistido.
"Arrolladora. Llegó, cantó y arrasó. Ensayo impecable. Cuanta seguridad", ha subrayado desde el lado de la prensa nacional José García, de la veterana web Eurovision-Spain, organizadora de la prefiesta madrileña que anualmente reúne a muchas de las estrellas de cada edición semanas antes de su celebración.
Para Javier Escartín, redactor de Huffington Post, se ha conseguido salvar además uno de los momentos que obligó a modificar el trasvase de la puesta en escena desde Benidorm a Liverpool: la sustitución del plano cenital sobre la luna por uno diagonal en el que se cuela parte de la estructura de flecos que la acompaña. "El plano completo queda mucho mejor porque se acaba viendo a Blanca Paloma dentro de la cortina de flecos", ha considerado.