El complejo escenario económico, con una
inflación que se mantiene amenazante de cara a los últimos meses del año, provoca un
cambio en los planes que los veraneantes preparan para este agosto.
Aunque la mayoría se niega a cancelar las vacaciones, sí se ha producido un cambio en las
actividades planificadas para los días de descanso.
De esta manera, según refleja un estudio sobre el comportamiento del consumidor español, realizado por la compañía
Zinklar, un
24% de los encuestados reconocieron que planean hacer
actividades de bajo presupuesto, como picnics en un parque, visitar playas o hacer excursiones a lugares cercanos.
Un
12%, en cambio, destacan que los
eventos culturales, y la
moda se sitúan entre sus preferencias, al igual que optar por experiencias culinarias en bares y restaurantes, que también aparecen entre las actividades favoritas.
El
estudio también destaca una amplia diversidad en los
presupuestos de viaje, desde un
39% que asegura que manejará un presupuesto inferior a 500 euros, hasta el
18% que dispondrá de un gasto superior a 1.500 euros.
En cuanto a la
situación económica actual, un
18% afirmó que la elevada inflación no ha afectado a sus planes de vacaciones, mientras que un
25% tiene claro que no gastará mucho dinero este verano por el actual contexto económico.
Solo un
2% ha reconocido que ha tenido que
cancelar las vacaciones ante la imposibilidad de afrontar gastos extraordinario.