La Guardia Civil ha detenido a 13 personas en Elche (Alicante) que formaban parte de una red a la que se responsabiliza de más de 200 estafas por Internet. La trama estaba dirigida desde la localidad alicantina por un matrimonio y un lugarteniente que habían establecido una "estructura totalmente desarrollada" para llevar a cabo las tareas de los distintos delitos que les imputan, entre ellos los de pertenencia a organización criminal, falsificación de documentos, estafa y usurpación de estado civil.
Los detenidos, de nacionalidad rumana, ofertaban falsamente productos como electrodomésticos o vehículos y alquileres de vivienda a precios "muy bajos" para atraer a sus víctimas, según han informado los responsables de la operación.
Para ello, colgaban anuncios en páginas de compra-venta en Internet y acompañaban sus publicaciones de fotografías de alta calidad de los productos. Cuando los usuarios realizaban el pago de la compra para solicitar su envío, nunca recibían el producto.
Además, en los casos en que el pago se hacía a través de un giro postal en la Oficina de Correos, los estafadores usurpaban la identidad del pagador para anular el giro. De hecho, entre el material de la red incautado en la detención la Guardia Civil ha encontrado un laboratorio completo en el que se fabricaban las documentaciones falsas, utilizando soportes nuevos y otros sustraídos o extraviados de turistas extranjeros, que usaban para cometer los hechos ilícitos y abrir cuentas bancarias desde las que operaban.
Otro de los sistemas que empleaban consistía en el uso de empresas fantasma de paquetería que, supuestamente, actuaban como intermediarios y entregaban el artículo previo pago del mismo.
"Estas empresas intermediarias, con su página web propia y de aspecto totalmente real, estaban creadas también por los estafadores para ganarse la confianza de las víctimas, ya que ofrecían una garantía de devolución, en la que tras cuatro días de uso del artículo y en el caso de quedar satisfechos con el mismo, la empresa de paquetería transfería el pago del cliente al vendedor, y si por el contrario no fuera de su agrado el producto, el comprador recuperaría el dinero pagado", explica la Guardia Civil.
Asimismo, utilizaban la técnica de 'Web Spoofing', que consiste en imitar el dominio y aspecto de la página web de una empresa existente para estafar en la venta de teléfonos móviles u otros productos tecnológicos.
En cuanto al alquiler de pisos, la red criminal actuaba ofreciendo alquileres de pisos anunciados con fotografías extraídas de Internet y ofertados a "precios irrisorios". Los estafadores solamente daban la opción de contactar por correo electrónico, vía a través de la que solicitaban el pago del alquiler. "Una vez practicado el ingreso los perjudicados se presentaban en la vivienda alquilada, en varios casos incluso en Holanda o Alemania, y comprobaban que habían sido estafados", explica la Benemérita.
La Guardia Civil continua investigando las actividades delictivas de la red y estima que el número de delitos imputados "podría llegar a ser más de medio millar".