Vivía en un piso "patera", no sabía ni una palabra de español y viajaba a bordo de un coche con matrículas falsificadas del cuerpo diplomático
Vivía en un piso "patera", no sabía ni una palabra de español y viajaba a bordo de un coche con matrículas falsificadas del cuerpo diplomático. Con él recorría Madrid para localizar a sus "presas": vehículos de modelos concretos que robaba por encargo en tan solo veinte segundos y con la tecnología más avanzada.
En dos meses de estancia en nuestro país, este hombre, de nacionalidad búlgara, actuaba solo y se hizo con dos coches a la semana hasta que los agentes del Grupo de Delincuencia Organizada del Automóvil de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que le seguían los pasos, le detuvieron.
Y lo hicieron en la que han bautizado como Operación Diplo, que culminó con el arresto de este hombre, en busca y captura en su país por delitos similares.
Se trata, según informa la Guardia Civil, de un verdadero experto en el robo de coches, que ejecutaba con una tecnología de última generación y de importante valor económico, solo disponible para profesionales del sector.
Con su familia residiendo en Bulgaria y sin arraigo alguno en España, llegó a nuestro país hace dos meses para "trabajar" por encargo.
Así lo han constatado los agentes de la UCO tras una investigación que comenzó al detectarse un vehículo con placas de matrícula de la Embajada de Polonia que podrían ser falsas.
Las sospechas de los investigadores se confirmaron cuando se constató que el vehículo al que realmente pertenecía esa matrícula estaba en Polonia, por lo que el coche que portaba las falsas podría haber sido robado y utilizado con fines delictivos, lo que dañaba la imagen de la legación diplomática polaca.
Bajo el amparo de la matrícula diplomática, el búlgaro recorría las calles de Madrid en busca de algún coche del modelo que le demandaban las organizaciones criminales a las que ofrecía sus servicios.
Una vez localizada su presa, el detenido, pertrechado con tecnología punta para extraer las cerraduras de los vehículos, anular sus dispositivos y acceder al puerto OBD, lograba arrancar el coche en apenas 20 segundos. Después, le cambiaba las placas de matrícula por otras dobladas.
Cuando la Guardia Civil le detuvo, el sospechoso portaba documentación falsa, que correspondía a un vecino suyo de la localidad búlgara en la que residía.
Precisamente, esa documentación falsa y el uso de un vehículo supuestamente diplomático le permitió moverse con cierta facilidad por Madrid y evitar algunos controles policiales cuando circulaba en busca de su objetivo.
Sin embargo, cuando robaba el vehículo y tenía que conducirlo, la situación cambiaba. Tanto es así, que en ocasiones llegó a darse a la fuga en algún control policial y circuló en dirección prohibida por varias calles, con el consiguiente peligro para los viandantes.
Al detenido, para quien el juez ordenó prisión, se le incautaron en el domicilio donde residía placas de matrícula de las embajadas de Rumanía y Jordania y unas quince de países europeos, todas ellas falsificadas; más de veinte llaves "vírgenes" de vehículos, dispositivos electrónicos para arrancar los coches y útiles para manipular números de bastidor. E