Un estudio realizado a ciudadanos de Alemania, Italia, Francia, Reino Unido y España ha revelado que los españoles son los que más rechazan la imposición de límites de carácter ético en los avances científicos, con un 64%.
En todos los países, salvo en España (donde solo el 36% cree que la ética sí se debería tener en cuenta a la hora de hacer ciencia), la mayoría de los encuestados pone en primer lugar la ética, destacando en esta posición los alemanes (68%) y los franceses (57%).
Así lo pone de manifiesto el tercer módulo del Estudio Europeo de Valores elaborado por Fundación BBVA, basado en 1.500 entrevistas en cada uno de los países, y que se centra en los valores y actitudes de los europeos hacia la ciencia, la tecnología y la naturaleza.
Sobre temas concretos, el estudio demuestra que existe un rechazo muy intenso y generalizado en todos los países hacia la clonación de animales, siendo los españoles y británicos los que reconocen mayor aceptabilidad.
En cuanto a la modificación genética de animales para diferentes fines, España es el único país en el que esta técnica se sitúa en el umbral de aceptación para el caso de la producción de medicamentos, mientras que es rechazada para la producción de alimentos. En el resto de países, se trata de una técnica rechazada para cualquier fin, siendo particularmente más acentuada la desaprobación en Francia y Alemania.
En el caso de la modificación genética de plantas, los fines de esta práctica condicionan o influyen en la aceptación: cuando el objetivo es la producción de medicamentos se activa en mayor medida la aceptación que cuando se trata de usar esta técnica para producir alimentos. Tanto en España como en Reino Unido predomina la aceptación para ambos fines, mientras que en Italia y Francia se aprueba para el primero, pero no para el segundo, y en Alemania en ningún caso se supera el umbral de aceptación.
Asimismo, la investigación con embriones humanos de unos pocos días con fines médicos se considera moralmente inaceptable en Alemania, Francia e Italia. El porcentaje que se sitúa en las posiciones de máximo rechazo es muy amplio en Alemania (57%), y también alcanza la mayoría relativa en los otros dos países (45% en Francia y 42% en Italia).
En cambio, en España y Reino Unido las opiniones están más divididas entre quienes están a favor y en contra, con porcentajes más equivalentes de extremo rechazo (33% en España y 30% en Reino Unido) y extrema aceptación (29% en España y 26% en Reino Unido).
Del mismo modo, en España predomina la aceptación del uso de animales en investigaciones científicas para mejorar la salud de los seres humanos, frente al rechazo generalizado en Italia, Alemania y, más aún, en Francia.
A diferencia de lo que ocurre con la ética, cuando se pregunta sobre la religión, existe un amplio consenso en todos los países en torno a que la religión no debe poner límites a los avances científicos. Y esta posición está especialmente extendida en España (82%), Francia (79%) y Reino Unido (78%), resultando más moderada en Italia y Alemania, donde apoyan esta afirmación el 65% y el 60%, respectivamente.
PREOCUPACIÓN ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO
Respecto a la problemática del cambio climático, es en España donde existe mayor preocupación, pues el 80% de los españoles encuestados califica de muy grave este fenómeno, frente a más del 60% en el resto de países.
De hecho, médicos y científicos son los grupos profesionales que generan mayor confianza en los cinco países, seguido de los ingenieros y, después, los ecologistas.
También en los cinco países analizados, los temas relacionados con la salud y el medio ambiente son los que más interesan a los ciudadanos, seguidos de los tecnológicos y científicos. Los españoles se sitúan por encima de la media de los otros cuatro países en el grado de interés que expresan hacia todos estos temas.
Mientras que el interés de los españoles por los temas de salud y medioambientales es trasversal a todos los segmentos, el interés por los temas científicos y tecnológicos es mayor entre los jóvenes, entre quienes tienen un nivel de estudios más alto, quienes se declaran de izquierdas y los que tienen un nivel de religiosidad baja. Los hombres expresan también un mayor nivel de interés relativo hacia los temas tecnológicos que las mujeres.
En los cinco países analizados existe también un amplio consenso sobre el papel de la ciencia en la mejora de la salud, así como en torno a que se trata de la manera más fiable de entender el mundo.
Sin embargo, suscita mayor división la idea de que "la ciencia puede dar respuesta a todos los grandes problemas", visión que apoyan más los españoles que italianos y alemanes, y en torno a la cual están en desacuerdo los franceses y británicos, que valoran más negativamente que a favor. Al mismo tiempo, prevalece el acuerdo respecto al impacto negativo que puede tener la ciencia y la tecnología en el aumento del desempleo y también del peligro de guerra.
Igualmente, en todos los países, los ciudadanos tienen expectativas favorables hacia las diferentes tecnologías y aplicaciones, destacando especialmente las expresadas hacia la energía solar (un 89% de los españoles frente al 86% en el resto de los países) y las nuevas tecnologías. La única excepción es la energía nuclear, en torno a la cual la mayoría relativa cree que empeorará nuestra vida.
En el caso específico del desarrollo de máquinas y sistemas basados en la inteligencia artificial, las expectativas son muy diferentes entre países y en el seno de cada uno. Los españoles (49%) y británicos (46%) creen que dicho desarrollo mejorará la sociedad, mientras que los franceses (52%), los alemanes (45%) y los italianos (44%) creen que la empeorará. Si bien, en todos los países hay un segmento significativo que no puede pronunciarse al respecto (21% en España y 18% de media en el resto de los países).