La pandemia de coronavirus, que ha conllevado el confinamiento de la población y la restricción de movilidad, está causando estragos en las entregas de muchos productos adquiridos a través de internet.

Pero, pese a todas estas dificultades, sorprenden los errores en la entrega de producto en unos tiempos en los que comprar online está a la orden del día.

De entrada, no son pocas las empresas que aumentaron sus plazos de entrega, pero ¿se cumplen? A tenor de los comentarios que inundan las redes sociales parece que no siempre.

Los usuarios exigen claridad a las empresas y que, aunque entiendan que los tiempos se puedan alargar, se les informe de antemano de la espera real que soportarán hasta recibir sus compras.

Las quejas se multiplican y en su foco principal se sitúan dos empresas: Decathlon e Ikea. 

La supuesta mala atención al cliente y una logística cogida con pinzas, según algunos usuarios, pese a su enorme volumen han hecho que el servicio se colapse debido a la pandemia de coronavirus. Y todo esto ha desatado una avalancha de quejas en las redes sociales.