El Papa Francisco va a proceder a la consagración de Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María el próximo viernes 25 de marzo. Este acto es el cumplimiento de uno de los mandatos de la Virgen en sus apariciones de hace un siglo.
En 1917, María les comunicó a los pastorcillos de Fátima sus tres famosos secretos que incluían la profecía del atentado a Juan Pablo II. Doce años después, cuando de los pastorcillos solo quedaba uno vivo, la Virgen se le volvió a aparecer para decirle que “si se escuchan mis peticiones, Rusia se convertirá y tendrán paz, sino esparcirá sus errores por el mundo promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia”.
Amparo Baviera, estudiosa en apariciones marianas, ha afirmado en Noticias 8 Mediterráneo que “esperemos que esta vez sí sea la buena y la definitiva y hagamos caso a la Virgen”. La estudiosa ha explicado que “a lo largo de la historia no se ha desoído este mandato de la Virgen. El primero que lo recibió fue Pio XI, que decidió esperar. Pío XII consagró el mundo a la Virgen María, y diez años más tarde consagró Rusia, pero no lo hizo en comunión con los demás obispos del mundo. San Juan Pablo II sí lo hizo siguiendo las instrucciones de Sor Lucía, pero sin mencionar a Rusia por no herir al patriarcado ortodoxo ruso”.
Baviera ha destacado que “la buena noticia es que se están sumando muchos obispos en todo el mundo” y ha manifestado que “después de ver todo lo que ha ido pasando, que hemos visto que se han ido cumpliendo todas las profecías que hizo la Virgen en Fátima, a ver si escuchamos sus peticiones y por fin le hacemos caso”.
En este sentido, la estudiosa ha hecho hincapié en que se deben seguir las instrucciones de la Virgen que “fueron claras”. “Las apariciones de Fátima son muy importantes”, ha recalcado Baviera.
La estudiosa ha relatado que en 1917, en plena Primera Guerra Mundial, los portugueses estaban muy preocupados porque estaban muriendo muchos jóvenes y la gente le pedía a los pastorcitos que le preguntaran a la Virgen por el fin del conflicto, a lo que ella contestó que se acabaría “pronto”, y finalmente se terminó en 1918. Además, ha recordado las palabras de la Virgen en las que dictaba que “si los hombres no se convierten, vendrá una guerra peor”, cumpliéndose de nuevo sus profecías ya que después vino la II Guerra Mundial.
Baviera ha puesto en valor que “en otras apariciones se hace referencia a que la devoción al sagrado corazón de Jesús y al Inmaculado corazón de María va a ser clave en los últimos tiempos, que parece ser que estamos ya nadando en ellos”.