“¿La marea está llena o vacía?”. El profesor lanza la pregunta a sus alumnos nada más tocar la arena con los pies. “¿Vacía?”, responden dos tímidamente con otro interrogante. “¿La marea está alta o baja?”, insiste el maestro intentando una contestación más multitudinaria. “¡Baja!”, exclaman algunos, ya más animados. Así ha empezado la excursión que los alumnos de 1º de Primaria del Colegio La Inmaculada de Cádiz han hecho a la playa de Cortadura. Es una iniciativa pionera en la provincia, porque estos niños que recorren la arena ataviados con guantes, pinzas, y petos fluorescentes están a punto de apadrinar esta playa.
“Apadrina tu playa” es una iniciativa impulsada desde la Universidad de Granada en colegios de esa provincia. Enrique Montero, del proyecto Ecopuertos, la desarrolló con la idea que concienciar a los escolares de la importancia de cuidar la playa. La idea llegó a Carmen Morales, una de las madres del colegio La Inmaculada, quien, a su vez, la trasladó a Daniel Borrego, profesor. Ambos están trabajando juntos en un huerto escolar dentro del proyecto Creciendo en salud. Los dos vieron enseguida las enormes posibilidades que se abrían. “Cádiz es una ciudad ideal para esta experiencia porque, al contrario que Granada, donde los niños tenían que coger un autobús para ir a la playa, aquí la tenemos al lado”.
El maestro entró en contacto con la Asociación Natura Sin Basura para desarrollar una triple actividad que consiste en una primera sesión teórica en la que explican mediante fichas ylecciones en clase la importancia de mantener la playa limpia. “Es importante que desde muy pequeños se conciencia de la gravedad de tirar plásticos y otros tipos de basura en la arena, que terminan llegando al mar”.
Esa teoría se aplica después en la playa. Y eso es lo que han hecho los alumnos de 1º, de entre cinco y seis años, que han estrenado la campaña sobre el terreno. Su misión es ayudar a limpiar la playa. Meter toda la basura que encuentren en bolsas y, después, proceder a su separación y reciclado. Hugo, Elena, Valeria, Héctor, entre otros, se enfundan sus guantes, sus petos y sus gorras. En grupos de cuatro en deben ir peinando la arena y parándose cada vez que encuentren un residuo.
“¡Una colilla!”, grita Javier. “Aquí hay un vaso”, descubre Marcos. Cada hallazgo es celebrado como una victoria. Y más si se captura con unas pinzas extensibles. Están pensadas para que los niños cojan material peligroso como cristales o metales, pero, en medio de la diversión, las pinzas les valen para todo. Incluso para sortear una medusa que una de las niñas ha encontrado. “Las conchas, las piedras y los restos de algas hay dejarlos”, explica el maestro. “Las cosas de la playa se quedan en la playa”.
También ayudan un grupo de madres, padres y abuelos voluntarios. “Ahí hemos encontrado restos de un botellón. Y artilugios de pescadores, que son peligrosos”, advierte Luz Marina García, la madre de Valeria. Con todo, se ha dado cuenta de que ahora hay mucha menos basura que un día normal de verano cuando la playa está a pleno rendimiento. La iniciativa, que se extiende a todo el curso, dará buena cuenta también del efecto del turismo en el litoral.
Álvaro Adame, biólogo, educados ambiental y presidente de Natura sin Basura, explica que, una vez recojan los residuos procederán a separarlos. Incluso, si hay tiempo, a pesarlos. Todo lo van apuntando en unos cuadernos, que les servirá para completar la tercera y última sesión de la actividad. Una clase para reflexionar y obtener conclusiones. El objetivo es que cuando las diferentes clases pasen, una vez por semana, por la playa se coloque un cartel en Cortadura que diga. “Esta playa ha sido apadrinada por los alumnos del Colegio La Inmaculada”. Es una manera de que sus usuarios se den cuentan de que si ensucian la playa están perjudicando a esos niños, echando a perder todo su esfuerzo. “El cartel será una llamada de atención y también una manera de involucrar más a toda la sociedad”.
El profesor Daniel Borrego está feliz con que su colegio haya sido pionero en poner en marcha este apadrinamiento de playa, pero su mayor ilusión es que en el próximo curso, sean muchos más los colegios los que participen, de tal forma que, cada uno, pueda tener su zona de la playa para realizarla. Así tanto La Victoria, como Santa María, como La Caleta también estarán apadrinadas por los niños de la ciudad. En el peinado de la playa Valeria, Hugo, Héctor o Elena van apuntando plásticos, papel de aluminio, botellas, tapones. El maestro les aclara lo que deben aprender de esta recogida de residuos. “Aquí no estamos aprendiendo a limpiar. Estamos aprendiendo a no ensuciar”.
Playas protegidas por los más pequeños
La iniciativa pionera del colegio La Inmaculada, al igual que ocurrió en Granada, buscará mediante la colaboración con el Ayuntamiento de Cádiz que se pueda a extender a todas las playas de la ciudad con la incorporación al próximo curso de muchos más colegios. La idea es que cada centro educativo tenga su porción de playa apadrinada y eso luzca en carteles por toda la arena, desde Cortadura a La Caleta. Esos carteles serán toques de atención. ¿A quién no le dolerá ensuciar una playa que protegen con toda su ilusión las niñas y niños de la ciudad?