Luis Galán: "Entre mis mejores recuerdos están las visitas al Cine Avenida"

El 2021 fue un gran año para el cineasta barbateño Luis Galán, quien brilló con luz propia dentro de los circuitos de los festivales, especialmente los de carácter independiente. De hecho logró 143 premios a nivel personal en esos 12 meses. De ellos, la web referente del mundo del cine, IMDb, ha registrado ya 115, colocándolo como el director de cine más premiado del año, y uno de los más laureados del mundo a nivel histórico: según los registros del portal, es ya el segundo director español más veces premiado tras Pedro Almodóvar y eso son palabras mayores.

“En el global Pedro Almodóvar es el único director en España que tiene más premios”, explica a este medio Luis Galán para añadir de modo irónico que “es algo que es agridulce porque como me dijo un compañero, voy a tener que mejorar en marketing porque Almodóvar es un poquito más famoso que yo” (risas), pero “es lo que tiene moverse en el terreno ‘indi’”, aunque también ha estado en varias ocasiones en festivales de renombre como el de Cannes.

Respecto a la gran cantidad de premios, Galán afirma que “estoy muy contengo” aunque “los premios tienen un punto perverso porque se refieren a lo que ya está hecho y, honestamente, a mí da alegría hacer cosas y esto tiene más que ver con cosas que ya se han hecho antes”.

De los trabajos premiados, “lo más próximo” es ‘Wuhan Zona Cero’ (‘The First Outbreak’ fuera de España), largometraje documental de imagen real más premiado del año 2021 con 50 premios y 17 nominaciones. Un trabajo que “terminé de montar en su versión internacional en enero (del pasado año)” y “me dio mucha alegría tener un proyecto como este documental que ha gustado tantísimo”.

Evidentemente que “se refrende de una manera tan bestial y pronunciada trabajos anteriores como AnorMal, me llena de fuerza”.

El hecho de recibir tanto respaldo a sus trabajos “comenzó porque en los primeros festivales premiaron ‘Wuhan Zona Cero’ y empezaron a interesarse por trabajos anteriores”, por lo que “observé esa tendencia y ante la falta de obras debido a la pandemia, me animé a distribuir esos trabajos anteriores en los festivales... pero lo que no esperaba es que fuera un boom tan tremendo que concluyó con un récord a nivel mundial”.

Tocar todos los géneros

Persona inquieta, Galán afirma que “siempre he querido hacer cosas distintas, divirtiéndome, creando, y para ello es necesario experimentar” de ahí que tras este documental “me gustaría hacer es una comedia”.

Y aquí retomamos la importancia de 2021, “un año especial porque se me ha premiado por comedia, documental, thriller, por un drama en blanco y negro” y apartados con tanta competencia como al mejor guión y a la mejor dirección.

De hecho, el día de la entrevista, el pasado lunes, le anunciaron varias nominaciones dentro del Festival de Cine de Stratford-upon-Avon (Reino Unido y lugar de nacimiento de William Shakespeare) para dos piezas como son ‘Costelación Urbana’ y ‘The Last of the Night’... “nos han nominado en caso todos los apartados y en las dos obras... lo que honestamente da alegría, aunque como ya he mencionado, no tanto como estar en un proyecto nuevo”.

Y también es motivo de satisfacción “que hayan nominado a muchos de mis colaboradores”, entre ellos la actriz Celia Pérez y el cámara y director de fotografía David Acereto (que lleva 16 premios por los trabajos que han realizado juntos), ambos también de Barbate.  “Cuando me lo dan a mí, se lo digo a mi madre y mi novia, pero me encanta y me hace mucha ilusión llamar a alguien para comunicarle una nominación o un premio por un trabajo que hicimos juntos”.

‘Wuhan, Zona Cero’

Volviendo al documental del año, ‘Wuhan, Zona Cero’, el hecho de contar con un nombre distinto para su distribución internacional fue idea de la productora… “el nombre en inglés se lo puse yo durante el montaje”, pero luego “se decidió que para venderlos en territorio español, que son los derechos que de verdad tiene la productora que me contrató, se pensó en un nombre en este idioma y nos quedamos con el de Wuhan”.

La obra está “centrada en las personas de forma muy enérgica”. El proyecto comenzó a través de una tercera persona “con la que ya había trabajado” y a quien se le ocurrió que Galán podría ser el adecuado para el mismo “porque ya tenía experiencia de dirigir en China”, un país en el que “trabajar con sus productoras es diferente y particular... conocer su idiosincrasia es complicado”.

Primero le llegó un material que a priori estaba descartado por “esa productora y otra internacional porque estaba medio montado y tenía un aspecto muy televisivo en el sentido más negativo de la palabra”. Pero “cuando lo tuve en mis manos, me llamó la atención porque había muchas imágenes in situ de los hospitales, las UCI, dentro de las casas... había imágenes únicas de Wuhan el día que empiezan a llegar enfermos que no saben lo que les pasa”.

Tras visualizarlo, Galán comenzó a pedir más material, pero no el proyecto, “sino los discos duros”. Así le llegaron cuatro terabytes en imágenes y tenía razón, “había mucho más de lo que se veía en el primer montaje que me habían mandado”.

Su labor fue “convertirlo en cine, darle una estética más cinematográfica. Otorgarle una narrativa y solicitar nuevas imágenes... más material, y como ya había trabajado allí, sabía que se podía hacer y que no”.

También se tenía que mover “en un terreno seguro para que no me sacaran del proyecto, algo que ocurre a veces en China, pero nunca tuve dudas de que me iba a salir bien y que les iba a gustar porque no me interesaban los murciélagos, las teorías de la conspiración... solo me interesaba lo que tiene que ver con las personas y sus emociones que es un tema muy universal, más cuando todo el mundo sufría la pandemia”.

Las personas y sus emociones

Y el documental refleja magistralmente a las personas y sus emociones. Historias como la de un taxista, la de un periodista cuyo padre lo llevaba a todos sitios y acabó contagiándose, o la de una enfermera a punto de dar a luz... “historias brutales y humanas. Nos importaba esas personas que vivían bajo la mayor incertidumbre de todas”.

Cuando uno se embarca a narrar una historia, “hay que seleccionar de qué se va a hablar” y así fue en este caso... De hecho, la productora china solo eliminó una frase... ‘Wuhan se convirtió en una ciudad fantasma”, y es que “allí se trata la muerte de otra forma y la palabra fantasma tiene otras connotaciones mientras aquí es casi una frase hecha”.

Vivir del cine en España

Pero volvamos de nuevo a los premios. Los que más ilusionan a Luis Galán son los que le otorgan por sus guiones porque “aunque lo más divertido del cine es el rodaje, en el que creas junto a tus compañeros, la parte en la que estás solo en casa, teniendo que dar forma o crear algo de la nada, tomando decisiones... y luego ves que a alguien le parece premiable, me genera satisfacción”, como ocurre con los distintos premios al mejor guión documental que ha recibido Wuhan.

Sobre si entre sus proyectos de futuro aparece un largometraje de cine de ficción, la respuesta es rápida. “Sí... de hecho escribí un guión hace muchos años que, aunque nadie me lo ha producido aún, sí me ha servido para conseguir otros trabajos... me salieron cosas alrededor, en paralelo”, gracias al mismo.

Eso sí, “apostar por el cine en España es complicado, la industria es muy pequeña y la rentabilidad es muy corta”, una situación que está cambiando gracias a las distintas plataformas televisivas, aunque estén más enfocadas en las series. De hecho, “ese guión lo partí en capítulos para presentárselo a alguna productora” (risas).

En la actualidad, Luis Galán está en negociaciones con varias productoras precisamente para asumir el proyecto de varias series... “Gracias a ‘AnorMal’ y ‘Wuhan, Zona Cero’, todo el mundo me está llamando para hacer series documentales y me gusta. Hay un porcentaje muy alto de que el próximo proyecto sea una serie documental” que se vería en una de estas plataformas.

Pero insiste, “vivir del cine es complicado, la tarta es demasiado pequeña... es un gremio con varias familias y tienes que saber aprovechar el hueco que de vez en cuando surge”.

Lamenta que “por desgracia”, no se valora la labor de los guionistas y directores, “piensan que cualquiera puede hacerlo”. A pesar de ello, “sé que se puede vivir de esto y por eso llevo años intentando coger todos los caminos que dependen de mí”. Eso sí, “no es un país en el que puedas vivir exclusivamente siendo director”, por lo que, como le ocurre incluso muchos grandes directores de cine, “entre proyecto y proyecto, hay que hacer otras cosas”.

Barbate, siempre en su mente

En su mente también aparece siempre Barbate, su tierra natal. “Cuando hago un cortometraje siempre me gusta llevar alguna escena allí, sobre todo para que se vea el mar. Además, en el guión que escribí (‘Llórame’), hay una fuga hacia un territorio con mar y siempre he pensado, y sigo pensándolo, en rodarlo en Barbate”.

Además, tiene un archivo de imágenes recursos que graba cada vez que regresa a su tierra y cuando puede, las encaja en sus obras.

De hecho, fue en Barbate, cuando “desde muy pequeño” cuando se despertó su pasión por el cine... “me quedaba de madrugada viendo Versión Original en La2, y grabando en VHS, cortando y pegando para que cupiesen las películas”.

Galán recuerda una vez que varios amigos fueron a su casa para salir y “yo estaba con el plan perfectamente hecho para ver Casablanca”, lo que no entendieron muy bien sus compañeros porque “era en blanco y negro (risas)”.

Evidentemente, entre sus mejores recuerdos están sus visitas al Cine Avenida donde “las películas me transportaban a otros lugares”.

Una pasión que fue alimentada por “Pablo Cantos, que me acercó al cine y me hacía realizar ‘storyboard’ porque se me daba bien dibujar. Con él aprendí que cualquier cosa que sale en imagen tiene su porqué”. Otro personaje importante en los inicios de su carrera es Tato Cort, “con el que me fui soltando aunque veía la dirección como algo muy lejano y de gente muy inteligente”.

Lo importante es "hacer"

Pero pronto supo que “lo más importante es hacer. Hay que tener una buena base pero si tienes miedo a subir a un escenario o a darle al ‘REC’, no vas a llegar a nada”.

De Barbate a Sevilla (donde estuvo dos años con varias compañías de teatro) y de ahí a Málaga donde estudió cinco años de Interpretación y Dirección Teatral a la vez, y donde realizó su primer corto y su primera obra de teatro musical, premiada en el certamen MálagaCrea.

Y en 2004 se mudó a Madrid, “mi base”, aunque durante estos años ha estado viviendo periodos de tiempo en Londres, Colombia, China o Senegal...

Para este año 2022, lo dicho al principio de esta entrevista, Luis Galán pide “crear, crear y crear... lo que más quiero es tener más libertad y más posibilidades para crear el siguiente proyecto” y es que “trabajar es maravilloso cuando te dedicas a lo que más te gusta y a lo que quieres”. Porque lo importante “es siempre hacer”, es decir, “crear”.