Un juicio aplazado desde hace seis años por una demanda de paternidad no se podrá reanudar debido a la “falta de medios” de expertos del Instituto Nacional de Toxicología para desplazarse por la ciudad de Sevilla con el fin de tomar muestras al presunto padre de una mujer.
El abogado Fernando Osuna, que representa a una mujer en esta demanda de paternidad, ha explicado a EFE que la respuesta de este centro ha sido enviada al juzgado que lleva el caso, “y se resume en que no tienen cinco o seis euros para coger un taxi, o eso parece”.
Se trata, añade, de un desplazamiento a realizar en el caso urbano de Sevilla, y que hay que hacer hasta el domicilio del denunciado dada su avanzada edad.
La madre de la demandante murió con 80 años, y en su calle de Sevilla, hacia finales de 1950, fue donde conoció a un banderillero, ya que éste era amigo de su hermano y los dos se dedicaban al mundo taurino.
En ese marco fue donde se inició una relación sentimental entre ellos de la que nació la mujer quien, con el paso de los años, ha presentado la demanda, tras no tener contacto con la madre desde que se quedó embarazada, aunque cuando la niña cumplió 18 años se vieron en un bar y le confesó que era el padre.
En la demanda se aportan muchas fotografías en las que figuran los tres (los progenitores y la hija biológica), en la que se aprecia el parecido físico con su presunta hija, además de que unos detectives consiguieron una prueba de ADN del ahora anciano, que certificó un índice de paternidad del 99,999268 % .
En la demanda se pide que se lleve a cabo la práctica de la prueba del ADN entre la demandante y el demandado, y subsidiariamente, ante la negativa del padre, se practique la prueba del ADN entre quien demanda y su presunta hermana biológica, ya con todas las garantías y en la presencia judicial.
Sin embargo, desde el Instituto Nacional de Toxicología se ha comunicado al juzgado que carecen de medios para desplazarse al domicilio, y piden que se dé traslado de esa petición al Instituto de Medicina Legal.